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martes, 16 de abril de 2024 13:57h.

Vidas robadas - por Atenea de Las Chumberas

 

FRASE LAS CHUMBERAS

Vidas robadas - por Atenea de Las Chumberas *

A  Esther le dijeron que su piso no era  seguro para vivir. Después de tomar muestras de las paredes para continuar arrancando todo el papel del techo, acabaron poniendo puntales en los baños y la cocina. Vio cómo tiraban los  trozos que sacaron de su  casa a una  bañera en donde ya estaban otro montón de  escombros que  pertenecían a otros pisos de su  bloque. Todo junto. Le dijeron que se tenía que ir de manera provisional y lleva 9 años fuera de su casa. Alquiló un piso pequeño, pensó  que sería por poco  tiempo y que podría volver. También dejó todos sus muebles y electrodomésticos en la casa que ahora no puede sacar. Lleva escuchando promesas desde entonces y sigue sin ver nada cumplido mientras su  casa con sus muebles están abandonados. Ve impotente cómo se va  deteriorando su edificio y  su casa, por falta de mantenimiento. Se siente engañada.

Daniel  obedeció la orden de desalojo que le notificó Urbanismo de La Laguna. Se fue con su mujer y su  hija de 6 años a  un piso de alquiler. Hace 2 años se metieron okupas en su casa, y ve impotente cómo otros viven en la casa que a él le ordenaron desalojar mientras él tiene que pagar un  alquiler que no sabrá si se lo seguirá pagando MUVISA o no. 

A  José Manuel  le dijeron que en su piso había aluminosis. Fueron la primera vez y echaron un vistazo. Solo miraron. La segunda volvieron a mirar y luego apareció un informe que decía  que  en su  casa había que poner puntales, pero nunca llegaron a coger muestras de las paredes o techos de su casa. Lleva dos meses buscando piso en La Laguna y no encuentra nada.  

María lleva 17 años trabajando de recepcionista en un hotel del  Sur. Le encanta su trabajo aunque tenga  que levantarse a las 6:15 de la mañana para llegar a tiempo. Recientemente le dijeron que se queda sin trabajo porque el hotel cierra por falta de turistas por el coronavirus. María pasa a quedarse repentinamente  sin trabajo. Su marido, Pedro, trabaja en una empresa de alquiler de  coches. Tampoco su empresa pudo soportar el golpe y está desesperado buscando un trabajo de lo que sea. Tienen dos niños pequeños, un perro y una hipoteca  sobre  su casa  en la urbanización de Chumberas que también se las quieren arrebatar. Les  quitan la casa y se quedan con la obligación de seguir pagando la hipoteca de una casa que no tienen….solo que ahora no saben ni de donde sacar para comer. 

Lola, lleva  viviendo en su casa desde que  se casó. Allí crió a  sus  hijos. Su marido murió. Está sola. Cumplió 83 años hace dos meses. Le queda una pensión muy  justa, pero se las arregla. Sus hijos le ayudan en lo  que pueden. Ahora le dicen que se tiene que ir. Lola no  ve ningún  problema  en su  casa. No  sabe si verá el piso  que le prometieron.

Marcos desde que se enteró de que estaban dando orden de desalojo de los pisos, empezó a moverse y buscar información, pero por más que pidió los informes que decían que su casa tiene problemas, en el Ayuntamiento no se los dieron. Siguió buscando información que compartió con sus vecinos y juntos decidieron encargar  un estudio a una reconocida empresa para saber cuál era el estado real de su edificio. Resultado: Con arreglar los balcones que estaban orientados al norte y hacer un mantenimiento adecuado al edificio, los vecinos podrán disfrutar otros 50 años más de sus casas. No se van aunque sigan recibiendo amenazas para que se vayan. Contrataron un abogado que representa a la comunidad y ya fueron a los juzgados.

,Pepa vió  una oportunidad de  inversión en Las Chumberas. Compró un piso por 80.000€ de 3 habitaciones. Acabó gastándose otros  20.000€ más en la reforma, pero le quedó  un piso espectacular que sus  hijos podrían usar cuando les tocara estudiar en la Universidad. Las colas desde el Norte  por las mañanas  para llegar a la facultad eran infernales. 100.000€ lleva gastados en un piso que ahora pretenden expropiarle a cambio de 17.800€.

Juan trabaja en una empresa de moda. Junto con 4 compañeros se quedó en la  calle. Está cobrando  una ayuda. Su madre está enferma  y necesita  cuidados especiales. No puede pagar a una cuidadora.  Y ahora se quedan sin casa. No  encuentra piso y ni  MUVISA, ni  en Urbanismo les firman un documento que le garantice que le van a pagar un alquiler desde que salga de su casa  hasta que  le entreguen la llave de su nueva vivienda.

Cecilia sigue viviendo con su marido en su casa de toda la vida y  decidió defenderla pagando de  su bolsillo a un abogado y a un procurador. Es la única en el edificio que decidió plantar cara contra el Ayuntamiento de La Laguna, a MUVISA , a  Urbanismo y a todo el que  pretenda arrebatar su casa sin darle ninguna garantía por escrito de un intercambio justo. Los vecinos de su bloque le culpan de que no se puede avanzar en las obras de las Chumberas por ella, aunque Cecilia no está más que defendiendo su derecho a tener una vivienda digna y garantía de que así será. Gracias a ella , están investigando a fondo el asunto, pero sus vecinos no pueden creer sus palabras. Creen que el alcalde no les va a  mentir a pesar de que llevan 11 años soportando mentiras . Creen que esta vez será distinto con “el nuevo”.

A todos les dijeron que  si salían de sus casas les pagarían un alquiler hasta que los pisos nuevos estuviesen hechos,  pero el  contrato  de alquiler es entre el casero y el  inquilino. MUVISA no hace de fiador. Si  deja de pagar MUVISA, pueden verse de nuevo en la calle sin saber a donde ir. 

Marisol firmó un  papel este verano.  Era para la ocupación del suelo  de los de la primera fase. Esto avanza, esta vez será distinto le dijo a  su vecina. Pero entre las opciones  que había a la hora de firmar los documentos para la ocupación del suelo, no había ni una casilla para marcar que hablase de intercambio por una  vivienda nueva de similares características y ubicación a la que les estaba siendo expropiada. Ni una. 

Cualquier promoción de vivienda nueva, informa a sus futuros ocupantes de las opciones de viviendas, de las características , las calidades…los materiales con los que está hecha y hay una serie de  acuerdos entre el que “vende” y el que “compra”….Este es un caso distinto, pero ¿porqué hay que conformarse con lo que toque? Si yo tengo una vivienda de 100 m2 orientada al sur, ¿porqué me voy a tener que conformar con una de 60 m2 mirando a la autopista? 

Mi casa no está en venta. Es el ayuntamiento el que está interesado en mi suelo, porque es mío. Marisol me confesó que no  sabe muy bien lo que firmó, que lo hizo porque quiere que esto avance  y que “los nuevos” parece que lo están haciendo bien.

Doña Juana está en un piso pagando un alquiler de renta antigua. Cobra una pensión. Paga de alquiler 140 €. Le dijeron que se tiene que ir, pero  no  sabe donde va a vivir,  porque no tiene derecho a realojo y tampoco dinero para pagar  un alquiler al precio actual. 

Felipe y Marta, compraron piso y local cuando  se casaron. Trabajaron duro y se privaron de muchos caprichos. Con el tiempo ahorraron un poco  de dinero y pensando en el futuro de sus hijos compraron primero un piso más y después otro. En total  lograron tener tres pisos y un local con un negocio. Una mercería que tenía bastante éxito. Vendieron un piso  y compraron en Santa Cruz, porque  Marta  después de romperse la cadera subiendo la escalera, ya  no pudo volverlas  a subir sin ayuda. Hoy les dicen que no tienen derecho sino  a una  indemnización de 18000€. Solo se indemniza por una vivienda por familia. No tienen derecho a vivienda de reposición porque ellos y sus hijos ya tienen vivienda habitual. No podrán pagar a la mujer que ayuda a  Marta a bañarse o ayudar a sus hijos a llegar a fin de mes, cosa que hacían con lo que sacaban de los alquileres. Nadie les regaló nada. Una vida llena de esfuerzos y privaciones para que les den una miserable indemnización. 

David vive con Carmen y sus dos hijas en uno de los pisos de los 10 bloques que  ni siquiera  tienen aluminosis. Les dijeron que se tiene que ir porque van  a tirar sus casas por razones estéticas y que les darán un piso nuevo. Pero no tienen ningún documento escrito que garantice las promesas que les hacen.

Estos son solo algunos de los ejemplos de las personas que viven en Chumberas. No son números. Son personas con nombre y apellidos, con vidas que se ven trastornadas en la peor de las épocas que nos toca vivir, enfrentándonos a una situación que dejó sumida en la más absoluta de las incertidumbres a todos. Y por si  tuviésemos poco, ahora, nos  vienen  con esto. Y  todo, por pura codicia.  

Estas personas, lloran de rabia e impotencia cuando ven cómo les echan de sus casas. Pasan noches sin dormir buscando cómo solucionar esto. Algunas incluso están con depresión y  necesitan  medicación. La situación les sobrepasa.

Estas personas están cansadas, gastadas y quemadas. Miran las paredes de sus casas, los retratos de su familia... algunos de los que estaban en esas fotos, ya  murieron. 

Cada rincón de su casa habla de su vida. Una vida que les están intentando obligar a cambiar por completo, una vida que les están robando añadiendo más incertidumbre en una situación de emergencia social.

Estas  personas necesitan paz. Necesitan seguridad, protección y ayuda y para lograrlo es necesario hacer las cosas bien. 

Lo primero que necesitan para poder estar tranquilos es disponer de información de manera transparente.  

Que publiquen todos los informes del estado de cada bloque, de cada vivienda para que libremente pueda contrastar la información quién lo desee. 

Que garanticen por escrito a cada familia a la que den orden de desalojo que se les pagará  el alquiler  hasta que reciban la llave  de las nuevas viviendas.

Que se negocie con cada familia un intercambio justo por cada vivienda: o bien por el valor de mercado de las viviendas o bien  por un piso de similares características elegido sobre plano. Que se les den opciones justas.

Que se priorice a la  gente mayor, que sean los primeros en recibir sus nuevas viviendas. Si es  que verdaderamente llegan a construirlo porque a estas alturas y con lo  que hay ya no me creo nada hasta que no lo vea.

Que aparezcan expuestas  las cuentas de manera transparente del  dinero  destinado a la  Reposición de las Chumberas.

Que se expongan  de manera transparente  las dificultades que existen  en la actualidad para hacer realidad el proyecto.

Opciones justas para los propietarios que no tiene residencia habitual en Chumberas.

Opciones justas para los propietarios que  tienen más de una vivienda en Chumberas.

Opciones justas para los propietarios de locales  y de negocios en Chumberas.

Opciones justas para los  inquilinos que residen en Chumberas y los propietarios de dichas viviendas. 

Y cuando vea que se cumpla esto me callaré. Mientras, me van a  oír. Probablemente , más de lo que les gusta.

Las Chumberas no se rinde. Nunca lo  ha hecho y nunca lo hará.

(Los nombres y datos de  las personas los cambié por  respeto a mis vecinos de la Urbanización de Las Chumberas. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.)

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Atenea de Las Chumberas

ATENEA DE LAS CHUMBERAS

 

MANCHETA 21