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viernes, 19 de abril de 2024 10:24h.

Viviendas vacacionales de alquiler por días - por Nicolás Guerra Aguiar

 

FRASE NICOLÁS

ANUNCIO ALQUILER IBIZA

Viviendas vacacionales de alquiler por días - por Nicolás Guerra Aguiar *

alquiler vacacional 2Hasta mayo de 2017 nuestra Comunidad Autónoma disponía ya de treintaidós mil viviendas de alquiler vacacional por días (europapress). Tal desestabilizadora proliferación fue consecuencia del mutis por el foro realizado por el Gobierno central (2013): no solo no dictó contundentes leyes aplicables a todo el territorio nacional para su regulación sino que traspasa la responsabilidad a las comunidades. Cataluña actuó sobre la marcha: el Ayuntamiento barcelonés impone multas de hasta seiscientos mil euros a empresas que, sin licencia, anuncian alquileres.

guía definitiva alquiler vacacional   El Gobierno de Canarias (mayo de 2018) dio definitivas señales de vida sobre el tema (Canarias7): publica un borrador que emborrona, garrapatea y confunde a la víctima de siempre, el ciudadano. Así, pone impedimentos para su desarrollo en suelo residencial de zonas turísticas pero -acaso por aquello de interesadas confraternidades- deja libertad a cabildos y ayuntamientos para decidir sobre excepciones a la regla general: es la sinrazón sobre la razón.

   Y como las normativas son laxas frente a hipotéticos infractores, Canarias también es edén para la implantación de un irracional libremercado sin elementales reglas e inspecciones, sin control y absolutamente ajeno al derecho a la vivienda aunque sea en razonable alquiler. Así lo constató La Provincia (2017): “El mercado turístico isleño se infesta de viviendas vacacionales irregulares”.

   Obviamente, los más afectados son los jóvenes cuyos sueldos no llegan, ni de coña, a los precios impuestos. Es el caso, por ejemplo, de Héctor, joven profesional treintañero que ocupó el asiento inmediato al mío durante el vuelo de Iberia Madrid – Gran Canaria (no LP, como dicen las etiquetas de la compañía: LP son siglas de la provincia -Las Palmas- y, por tanto, incluyen los aeropuertos de Lanzarote y Fuerteventura).

   Poco antes de iniciar el despegue, su rostro experimentó la frecuente transformación visible en quienes no se encuentran a gusto dentro del avión a pesar de horas de vuelo que acumulan en sus cuentas de avios. Pero –salvo días de barco y tren más Biodramina-, la condición insular obliga a tales inestabilidades en la red nerviosa del ser humano de las personas.

   Mantuve riguroso silencio los primeros minutos, claro: es un trance personal e intransferible, como el de las inesperadas diarreas justo en el momento de ocupar el asiento para ver la representación teatral ansiada desde meses atrás.

   No obstante, quise echarle una mano. Le comenté que no se preocupara, pues el fuerte impacto emocional solo se produce los iniciales minutos. Su reacción fue inmediata: “En mí, también durante todo el vuelo; y en la aproximación; y peor durante el aterrizaje”. (Más parecía víctima del inquisitorial Santo Oficio -muy conocedor de artilugios mecánicos- que un pasajero con muchísima experiencia, incluso transoceánica.) Por tanto, lo dejé a solas con su vibratorio equilibrio mental.

   Comencé a ojear la revista Muy Interesante. Héctor me dijo que llevaba años leyéndola lo cual, instintivamente, despertó mi interés por la coincidencia lectora. Esta inicial comunicación nos llevó a pasar el vuelo en animado diálogo sobre temas relacionados con la Ciencia, pensamientos, aula, política… (Es un joven educado, culto, ágil de pensamiento y, sobre todo, racionalmente rebelde, emputado -Canarias, México, Honduras…- con la mediocridad de quienes ocupan cargos en la cosa pública.)

   Me habló también del alquiler de viviendas (Gran Canaria) como muestra de una sociedad rigurosamente dominada por don Dinero, flageladora sobre todo con jóvenes –hectoriano caso y otros miles- a quienes obliga a vivir muy lejos de sus básicas ilusiones: así lo imponen la conversión de residencias (alquiler mensual) ahora arrendadas solo por días (ochenta euros diarios).  

   Y tiene razón. Pero no solo sucede en nuestra tierra (el látigo del deshumanizado capitalismo no sabe de fronteras). Las autoridades de Ibiza (La Vanguardia) denuncian que muchos profesores no ibicencos renuncian a sus plazas “por la dificultad de encontrar vivienda”, pues solo se alquila a extranjeros de paso. (Como ejemplo inserta el pansexualizado ofrecimiento que encabeza este artículo.) 

   La quincena anterior pasé varios días en Granada, lorquiana tierra poetizada desde la Puerta de Elvira a la de Bib - Rambla (o Bibarrambla), conjunto del Zacatín y la Alcaicería. Allí alquilé un pequeño apartamento (legal) recién estrenado pero inserto entre dos viviendas particulares. Forzado por las “circunstancias impuestas” aproveché para también recabar fehaciente información, pues junto al mío la misma empresa tiene un segundo habitáculo.

   Entre otras exquisiteces doy fe de portazos a altas horas de la noche; movimientos de gente por las madrugadas con maletas, gritos, absoluta indiferencia… Añada usted, estimado lector, juegos infantiles por pasillos y escaleras mientras trogloditados padres reposan cervezas y tapas granaínas esparciendo sus orondos cuerpos entre camas y “sofases”.

   Cuando quienes los alquilan son jóvenes, “lo nuestro es un malvivir, pegados al teléfono para llamar a la policía”, me comentó uno de los vecinos (pasa de setenta años).  No lo soportan, insiste. Y como solo hay una llave (pollillos y jóvenas retornan muy distanciados tras la salida nocturna), el telefonillo trona y truena sin consideración pues también invitan a coleguillas a pasar allí la noche. Alguna vez pulsan el timbre de las viviendas particulares: la birra les confunde el botón de la luz… a las tres y media de los amaneceres, la madre que los parió...

   Lo mismo me sucedió en Madrid. Mientras atravesaba el pasillo hacia el apartamento –legal- alquilado para cinco días, dos personas de pisos privados comentaban con manifiesto cabreo sobre gritos en uno alquilado a cuatro alemanes: su comportamiento nocturno alteró a los vecinos. La policía municipal impuso orden y silencio… a las cuatro de las del alba.  

stop alquiler vacacional   Sí, la pasividad del Gobierno fuerza a nuestros paisanos al abandono de viviendas y zonas tradicionales de residencia. Los precios se han disparatado hasta lo imposible. Sin embargo, ni tan siquiera Adelante Andalucía (coalición de izquierdas mayoritariamente juvenil para las elecciones andaluzas del pasado domingo) llevó en su programa la rigurosa regulación de pisos alquilables por días. Parece que a nadie le interesa el problema… o temen enfrentarse al libérrimo mercado. (O, acaso, son beneficiados herederos.)

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Nicolás Guerra Aguiar

nicolás guerra reseña

 

 

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