De bonos térmicos a Ingreso Mínimo Vital: las víctimas en las disfunciones de las ayudas sociales - por Sarah Babiker
Federico Aguilera Klink recomienda este artículo que plantea un aspecto que yo, Chema Tante, considero crucial. La izquierda debe estar siemnpre contra los regímenes autoritarios. Pero contra todos, no solamente contra lo que le ineteresa al Imperio atacar. Coincido con Johnstone. No se entiende que haya que apalancar las estrategias de Occidente contra Irán, pero ignorar lo que hacen Arabia Saudita o Marruecos, por citar dos casos de los cientos posibles. El Imperio magnifica las protestas en Iran, por ejemplo, no porque sean justas, que lo son, sino porque quiere colocar en el poder a un gobierno afín.
Federico Aguilera Klink dice "Next fraudelation". cuando señala esta información de EUROPA PRESS EL DIARIO CANARIAS AHORA, que comento yo, Chema Tante
Nota de Federico Aguilera Klink y Chema Tante: Este artículo, que La casa de mi tía publica con autorización de Pedro Prieto y que inicia la aparición de otros, ojalá que con mucha frecuencia, es una radiografía clara de la situación energética de España y de las mentiras que nos siguen contando sobre la solución que, supuestamente, son las renovables ... mcuando el problema está encima y no se puede hablar de él.... porque la culpa oficial que hay que repetir como loros es la mentira de que Putin ha subido el precio del gas... para animar la campaña de rusofobia. Como no nos cansamos de repetir en La casa de mi tía, la única solución para el futuro del mundo es una cambio del modelo de consumo y vida, con una reducción drástica del consumo de ener4gía. Porque esta de ucrania no es más que el principio de la guerra por la energía que terminará por destruir la Humanidad
José Antonio Gómez informa en DIARIO 16 sobre esta historia que se veía venir. Lo digo yo, Chema Tante, La pandemia ha sido fuente de enormes y miserables negocios. Con las ayudas, como cuenta Gómez. Con ls vacunas, como ya se ha conocido y con las garras que le mete la sanidad privada a la gente que no puede ser atendida en los sistemas público de salud, saturados por la arremetida de la covid-19. Es el neoliberalismo que mata, pero rinde