hay que ser consciente de lo que significa decir no a una oligarquía
Muy valiosa recuperación que hace Federico Aguilera Klink de dos artículos que publica Rafael Poch de Feliu, en LA VANGUARDIA, en los diarios de sus corresponsalías en Berlín y Paris. Unos textos cuya valides se mantiene, lamentablemente, siete y nueve años más tarde, con toda contundencia. Unos textos que evidencian la descomunal estafa que hemos padecido y padecemos, con esta Unión Europea. Una Unión que nos vendieron y compramos como un proyecto de paz, concordia, solidaridad y convergencia, pero que no es más que una Unión de Mercaderes, un bastión del neoliberalismo, el fascismo de estos tiempos, y que mantiene la vocación histórica europea del expansionismo económico, brutal y rapaz. Una Unión que es, "el ayudante del sheriff USA" como dice el mismo Poch y que combina la violencia bélica armada con la de los abusos comerciales de farmacéuticas, energéticas y banca, como recuerda Aguilera Klink. Una Unión, en fin en la que lo único que importa, en el más fiel espíritu friedmaniano, es el beneficio empresarial, como estamos viendo, en estos momentos, con la gestión de la comercialización de las vacunas. Que nadie se llame a engaño, todo lo que está haciendo la Comisión Europea por conseguir vacunas no responde a un sentimiento humanitario, sino a la intención típica del esclavista por mantener su propiedad, sus esclavos. Y en ello también se incluye el deseo que los beneficios no se estorben.