Más de dos millones de ciudadanos y ciudadanas del estado español ven recortados sus derechos electorales merced a las actuales normas para residentes en el resto del mundo. La ley implantada por el PsoE y ardorosamente continuada y aplicada con rigor por el Pp pone tantas trabas al llamado "voto rogado" que hacen imposible que esta gente víctima de la "movilidad exterior" pueda expresarse en las urnas. Léase bien. Dos millones de votos, la inmensa mayoría de los cuales es lícito conjeturar que serían contrarios a estos partidos que han drenado a los pueblos que gemimos en el estado español de muchas de sus mejores personas. La Marea Granate propone una manera de facilitar a estas personas el ejercicio de su derecho, mediante una llamada a quienes (cerca de la mitad de la poblacón) no piensan acudir a votar: a los abstencionistas. Como dice un espléndio tipo que escucho en el A VIVIR QUE SON DOS DÍAS, de Javier del Pino: "El voto es como la comida: no se debe tirar" Por eso, si no encuentras a quién votar, dona tu voto a quien no le dejan hacerlo: Entra en ,Marea Granate para que veas cómo hacerlo.

En EL DIARIO, útil trabajo de Mario País Beiro y Belén Picazo.

A Enrique Bethencourt le desborda la razón, cuando se alarma de este datro que aportan los resultados de una encuesta de CELESTE-TEL. 

20 de 36 millones es prácticamente la mitad del electorado. La mitad de la gente que se suicida políticamente, con la abstención.

A mí me parece que este registro debería llevar a la reflexión a toda esta gente bienintenciondamente errada que cree que abstenrese es una buena opción testimonial.