Firmas
Antolín Dávila, novela existencial - por Nicolás Guerra Aguiar
Podría resultar desfasado en el tiempo, sin duda. Pero al paso de las horas de dos tardes que fueron monólogos dialogados con asentimientos y muchas coincidencias, la conversación con el novelista Antolín Dávila me retrotrajo a cuarenta y dos años atrás, cuando en la vivienda lagunera de José Antonio Luján volaron los tiempos nocturnos y los del alba mientras nos embelesábamos con la palabra de don Rafael Muñoz, dominico desterrado a la Universidad lagunera y sabio que nos llevó de la mano al pensamiento filosófico –existencialismo, Heidegger, Sartre…- semioculto hasta el momento en aquella distanciada Universidad donde años atrás había brillado la docencia de don Emilio Lledó, maestro en la Filosofía, al que no conocí.