Centro de Arte La Regenta, hasta finales de octubre
Parafrasear al título de la película de James Bond “Desde Rusia con amor” no es una casualidad en este caso. Molenbeek se ha convertido en la nueva Unión Soviética de principios del siglo XXI. Como su equivalente del siglo pasado, Molenbeek es ahora el epicentro de todo el horror y la conspiración que arruinan este mundo.
He estado observando por televisión los últimos movimientos de “regeneración” en el PSOE y lo cierto es que en cuanto vi a Pedro Sánchez, uno de los aspirantes a la “sucesión”, me vino a la cabeza esto de la “sonrisa Profidén”. El Profidén era, para quien no lo sepa, un dentífrico que exhibía los típicos anuncios publicitarios de sonrisa blanca y perfecta, y que se popularizó creo que por los años 60; esa expresión se quedó en nuestro idioma como sinónima de sonrisa demasiado perfecta y por lo tanto falsa. Con esa sensación es con la que se me quedó el cuerpo cuando vi la sonrisa de Pedro Sánchez por la tele…
¿Por qué se insiste tanto en atacarla en vez de trabajar con ella, dentro o fuera de ella, que es lo mismo? ¿Por qué importa tanto que pueda llegar al poder y tan poco la acción y el programa para cambiar las cosas?