Se supone que la apología del delito, cuando es un delincuente quien la hace, magnifica la iniquidad de quien lo comete. La evasión fiscal es un delito, uno de los más graves, porque hurtar dinero a los fondos públicos es la causa de tantos sufrimientos que padece la gente. Yo, Chema Tante, creo que Irrita mucho la benevolencia social que se dispensa a quienes roban el dinero de todos, porque no pagar impuestos es eso: robar. La justicia, que impone penas severísimas por delitos de pensamiento, debería dedicar más tiempo y apuntar su atención hacia delincuentes fiscales como este, confeso, Alex Crivillé, que, según nos cuentan en 20 MINUTOS, no solamente reconoce que escamotea sus ingresos del control tributario en el estado es apñol, sino que alardea de ello y lo justifica. Toño Linares comenta estas bajezas.