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martes, 23 de abril de 2024 07:15h.
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Cultura

Salvar la vida - Cabrero Arnal, el republicano exiliado, creador de "Pif"

Yo, más que "Salvar la vida", diría salvar el alma libertaria. En EL PAÍS, Javier Pérez Andujar rememora la figura de un tipo insigne, un republicano del que ya hablé en La casa de mi tía, en ocasión de una biografía escrita por un sobrino de mi tía, llamado Phillppe Guillen. Se trata de José Cabrero Arnal. De la guerra de España a Mathausen, para llegar al humor en Francia

Sociedad

Biografía de Cabrero Arnal por Philippe Guillen. Se acerca el 14 de abril


Falta un mes para celebrar otro 14 de abril. Otro aniversario de la fecha maravillosa. La fecha en que se abrió una puerta a la esperanza para todos los pueblos amarrados al duro banco de la galera del estado español. La fecha en que se abría la posibilidad de la convivencia en paz y a la posibilidad de la autodeterminación amistosa, en colaboración. La fecha, en fin, en que se abría una puerta al futuro. Una puerta que se cerró con violencia años después, con la felonía franquista que destrozó la vida de todos estos pueblos; que mató o dispersó por todo el mundo a lo mejor de su gente.
Preparando la celebración de aquella fecha maravillosa, mal que le pese a la toleta alacaldesa de Fuengirola,  y para no perder de vista todo lo que se perdieron nuestros pueblos en aquel genocidio y aquel éxodo, les propongo recordar la figura de un republicano insigne. José Cabrero Arnal, creador republicano, deportado en Mathausen, padre de un icono del comic, el perro Pif. Y también, la de su biográfo, Philippe Guillen, orgulloso nieto de republicanos españoles y por cierto, visitante de La casa de mi tía.

Con un abrazo al amigo Philippe, Salud y república para todos..

Firmas

La muerte del cabrero - por Paco Déniz


Desde que el mundo es mundo, y probablemente mucho antes, los antepasados de Toño, el cabrero de Tafuriaste, han pastoreado su ganado por el Valle de Taoro. Entonces llegaron los del chalet y se quejaron del olor de las cagarrutas, de las moscas y de las plantas rapiñadas. Escrupulosos con las cabras no les molesta la mierda y los ladridos de sus perros, pero el sustento de Toño pa’ descanse sí. Por eso inician una campaña de acoso y derribo al cabrero.