Marieta de las Casas, aquellas pequeñas cosas - por Rosario Valcárcel
Nota de Chema Tante: Ya he mentado aquí el afecto que tengo por Rosario Valcárcel. Para mí siempre es un placer y una honra que Rosario incluya a La casa de mi tía entre los medios a los que envía sus materiales. Pero esta vez se une a ello la emoción. Imagino qué pensará, allá dónde esté, quizá en el Séptimo Cielo, Marieta de Las Casas viendo a su nieta. Una abuela luchadora -el apoyo recibido de su familia no merma el mérito- por el derecho de la mujer a ocupar su puesto en la sociedad; y una nieta igualmente luchadora, porque, aunque mucho se ha avanzado, mucho todavía queda por hacer en ese sentido feminista de la igualdad. Y Rosario no ceja en su emperretamiento. Benditas sean, abuela y nieta.