La FUNDACIÓN CANARINA señala esta informac ión de EL ECONOMISTA, que demuestra que los Circuitos del Motor SON DEFICITARIOOS y dice: Extrapolen todo esto a Tenerife, dónde el transporte de los vehículos tampoco será barato ni apetecible. Por no hablar de los daños en MedioAmbiente, que son más que considerables. Pues nada, echen cuentas." Y to, Chema Tante, se lo dedico sin coridalidad ninguna, a dos desaprensivos llamados Pedro Martín y Enrique Arriaga, dispuestos a estallarse unos buenos millones que, una vez más, no servirán para nada, simplemente por sus intereses electorales

Martí Caussa en VIENTO SUR defiende lo que a mí, Chema Tante, me parece que es una vergüenza que haya que defender. Una lengua y el derecho de un pueblo a hablarla. Como yo pertenezco a un pueblo al que ya se le arrebató su lengua y ahora nos están quitando lo poco que nos quedaba, me siento muy unido a Caussa. Ya yo no puedo utilizar las palabras que aprendí de mi abuela y de mi madre, porque no em entiende nadie. El español hablado en Canariasha sido utilizado por el español que hablan las TV, tanto godas como canarias. Nuestro habla ha quedado reducida a la ridiculización. En Cataluña, las derechas fascistas están utilizando la lengua como otro elemento de dominación. Nada nuevo

Como Sánchez, Marlaska, Celaá y compañía no atienden a la catarata de testimonios gráficos  y escrito que certifican la desproporcionada y arbitraria brutalidad policial contra gente que se manifiesta en paz, en Cataluña y fuera de ella, está claro que el gobierno de España asume voluntariamente la violencia como una política estado contra la disidencia. Craso error. Como nos va mucho en ello, valdría la pena que alguien de su propio partido hiciera llegar a La Moncloa algunas de las opiniones que, de todas partes del estado y del mundo sostienen que la única solución en la negociación y la no violencia. Como esta, de Eric Fassin, en CTXT REVISTA CONTEXTO, con traducción de Amanda Andrades. Y eso que Fassin escribió antes del 14 de octubre, cuando todavía no se había producido el actual  reavivamiento de l fogalera catalana, con las escenas de los gorilas aporreando, dando patadas, puñetazos tundando y sacando ojos, maltratando a las personas que han detenido sin razón ni causa ninguna... Y que nadie se crea que el que escribe es un independentista furibundo. Éric Fassin, sociólogo, es un tipo de izquierda, pero demócrata y pacifista. Sánchez tiene que comprender su error. No es posible que su obsesión de ganar las elecciones con los votos del fanático nacionalismo imperial, desate una catástrofe social de terribles consecuencias.

Mucho tino demuestran en TAMAIMOS, al recuperar este estupendo artículo firmado por Juan García Luján en 2017 (y que también entonces referenció La casa de mi tía). Mucho tino, en efecto, porque el escrrito de García Luján, no solamente no ha perdido vigencia, sino que sirve para evidenciar que la fogalera catalana sigue crepitando sin perder fuerza, sino todo lo contrario. Los partidos nacionalistas canarios, los sedicentes "constitucionalistas", sea arrejuntados o no, porque eso depende de la orteguiana circunstancia, la verdad es que muestran escasa o ninguna solidaridad con los partidos y las gentes que si se baten en defensa de su soberanía. Tanto Nueva Canarias, con su frialdad, como la llamada Canaria Coalición, con su denuncia flagrante, desprecian la lucha de otros pueblos que comparten con el nuestro el yugo imperrial.

En este artículo que señala en EL MERCURIO DIGITAL Francisco Morote, de Attac Canarias, Xavier Caño Tamayo, también miembro de Attac, plantea su reflexión sobre la fogalera catalana desde la perspectiva de uno de los argumentos fuerza esgrimidos por el centralismo nacionalista español. La cacareada legalidad. Caño Tamayo no apoya al independentismo, pero proclama que el Pp no tiene autoridad moral para apelar a esa legalidad. Y yo, Chema Tante, que sí apoyo y profeso el independentismo, agrego que la legalidad es, en todo caso, un triste argumento. Todos los movimientos liberadores de los pueblos han sido considerados ilegales por la potencia dominadora.