El catedrático de Toxicología de la ULL Arturo Hardisson desmiente al taxónomo Emilio Soler, al genuflexo Clavijo y al "ético" Alonso, sobre la supuesta inocuidad de las cianobacterias. El catedrático les pinta un machango a esta gente en estas claritas declaraciones contenidas en la entrevista que le hace Vicente Pérez en DIARIO DE AVISOS. Y yo, Chema Tante, le recuerdo muy especialmente al "ético" Carlos Alonso, que reclamaba ética, rigor y responsabilidad en este asunto que, de acuerdo con lo que dice el catedrático Hardisson, lo ético, lo riguroso y lo responsable es conjurar a la gente humana el riesgo que, al menos en ratones, han demostrado las investigaciones. El profesor Hardisson, por cierto, desmiente sin citarlo al taxónomo experto en rectificaciones, Emilio Soler, que ha caído en el peor pecado en un científico: negar la verdad. Ustedes, el gentuallo ático, están poniendo en peligro la salud de la gente canaria y de la cándida choniada que atraen por millones para que se enriquezcan sus empresazas amigas. Y la ponen, tanto con su querida cianobacteria, como con la mierda, literalmente hablando, que botan al mar toditos los días. "Maná jediondos..." decía Pancho Guerra

Francisco Morote, de ATTAC Canarias, señala en DIARIO DE IBIZA esta entrevista que le hace Marta Torres Molina a Ricardo García Zaldívar, también integrante de ATTAC. No es que ricardo diga nada nuevo, pero sí es algo que parece que la gente no termina de entender. Esta historia pavorosa de los paraísos fiscales no es simplemente una parte másd e la historia de la codicia financiera mundial. Los paraísos fiscales son los lugares donde se amontonan y guarecen los frutos de la delincuencia internacional. Cuando los estados toleran y legalizan los paraísos fiscales, están cínicamente tolerando y legitimando todas las fechorías financieras. Y son esas fechorías financieras las responsables reales del sufrimiento que atribula a la gran mayoría de la población mundial. 

VK recomienda esta notable entrevista que MEDIOS CONTRA LA OTAN publica en INSURGENTE, hecha a la Doctora en Ciencias Políticas y Sociología por la Complutense Ángeles Díez. Otra denuncia contra la vileza de la prensa merecenaria.

La rueda de prensa dada por la infame Ana Mato y la gente responsable del asunto parecía una parodia de CARNE CRUDA: "El estricto protocolo de seguridad, que era conocido por todo el personal se ha cumplido rigurosamente", dicen. Y, cuando les preguntan "¿Entonces, como se infectó la sanitaria?" responden "No sabemos". Sí. No tienen ni idea, pero está claro, para empezar, que el "estricto" protocolo, no se cumplió. Ni rigurosamente, ni nada. Y una persona portadora de ébola ha estado seis días en la calle, sin control. Piden la dimisión de Mato, por esto. Yo no. Yo pido que la procesen. A ella y a toda su camarilla de las charranadas. Como dice Tinerfe Fumero en un tuit: "Por cierto. ¿Ya dimitió el genio del PP que al inicio legislatura quiso cargarse planta Carlos III enfermedades infectocontagiosas?"

Ana Mato, no sabe, no contesta, no dimite

Recordarán ustedes las maneras en que la jerarquía de la iglesia católica ha justificado, a lo largo de la historia, las más dolorosas torturas y los crímenes, sea de la Inquisición, del absolutismo o del franquismo. Esa máxima diabólica del "Dios lo quiere", con que los hipócritas sepulcros blanqueados han traicionado las enseñanzas de su Dios, que exhorataba al amor al prójimo. Fernández Díaz, ministro del Interior es un beato numerario del Opus Dei, un tipo conocido por su ardor confesional. Y, como toda la gente de su secta, un sujeto que no tiene ni idea de la bondad que impregna la doctrina cristiana.