Yo, Chema Tante, me temo que el optimismo que destila José Antonio Gómez en su artículo en DIARIO 16, por los benéficos efectos que va a producir la Directiva de Protección a los Denunciantes de Corrupción, es poco justificada. Porque la Justiia de este estado de desgracia español, buena parte de sus juezas, jueces, fiscalas y fiscales, han demostrado que, cuando les interesa a sus ideas y beneficios, lo que diga la Unión Europea les importa un millo. Véase lo que ha pasado con la estafa hipotecaria de la banca española, que sigue causando víctimas, con la complicidad judicial.
El cese de María Teresa Lorenzo muestra la esencia de un gobierno entregado, sometido a los intereses empresariales, tanto canarios como externos. Lejos de defender a la exconsejera, que no conozco, ni he tenido vinculación alguna, creo que su cese tiene otra explicación, distinta de la oficial y publicitada por los medios que no son afines al régimen, son parte del régimen.
Antonio Aguado señala en EL DIARIO este reiterativo (es obligado) y tajante artículo de Rosa María Artal sobre el mal, causa decisiva de la ausencia de democracia, que es la manipulación informativa.
Carlos Ortiz de Zárate lanza su quinta novela en el concurso de relatos de Freeditorial
Hace veinte años, Vázquez Montalbán escribía en Interviú que “mientras el país ha dedicado mucha atención a la corrupción política-económica, no ha puesto el mismo empeño en enterarse de lo que se cocía en las calderas de Pedro Botero de las cloacas (…) Si el Estado puede convertirse en un delincuente a cuenta de sus supuestos secretos necesarios ¿qué ética se le puede pedir a la sociedad civil y a los individuos bien llamados súbditos?” Se trata de un texto de 1994, pero si no nos faltara el gran escritor desde hace once años, bien podríamos decir que lo había escrito en estos días. No se ha avanzado mucho en sustentar los valores democráticos desde aquel entonces, desde luego.