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viernes, 19 de abril de 2024 23:04h.
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Economía

¿Puede Occidente forzar el fin de la guerra dejando de comprar gas y petróleo a Rusia?, Patrick Wintour en EL DIARIO, dice que no

 

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Patrick Wintour en EL DIARIO explica el punto nodal de todo lo que está pasando entre Rusia y el imperio USA UE UK. Yo, Chema Tante. N os guste o no, a mí, desde luego no me gusta, Putin tiene la sartén por el mango, porque tiene la llave de la energía que mueve a Europa. Y ahí está el detalle, porque demuestra ja fragilidad del modelo desarrollista consumista que algunos llevamos tanto tiempo aconsejando abandonar. Ahí lo tienen. Mientras tanto, ya pueden gritar la tropa mediática y los gobiernos. Rusia será lo que sea, que lo es. Pero ganará esta guerra. Y de eso la culpa la tendrán quienes no quisieron llegar a acuerdos en su momento. Y la gran moraleja de todo esto es que ahora resulta que estados como Venezuela o Irán ya no son los villanos. Y que los gigantes económicos, como Alemania, tienen los pies enredados en el gas y el petróleo. Vaya por dónde

Política

¿A quién diablos le importa? La mejor democracia que se puede comprar con dinero (2002) un libro de Greg Palast recomendado por Federico Aguilera Klink y Chema Tante

 

FRASE PALAST

De este libro de 2002 de Greg Palast, que recomendamos a dúo vociferante Federico Aguilera Klink y yo Chema Tante, lo que más me ha impactado es la introducción del autor. La titula ¿A quién diablos le importa? Porque los nueve artículos o capítulos son un compendio de lo que estaba ocurriendo hace ya cerca de veinte años. Pero lo mismo que estábamos viendo entonces y que estamos viendo ahora. Y, con todo el asco y la indignación que esto inspira, lo más grave, lo más descorazonador, es comprobar cuánta razón encierra la pregunta ¿A quién diablos le importa? Está claro que no le importa más que a una poca gente. Explica Palast que uno del WASHINGTON POST/NEWSWEEK le pasó una información importante y él, Palast, le preguntó ¿por qué no lo publicas tú? y el otro le respondió "Porque a nadie le importa un pimiento". Eso pasaba en 2002 y sigue pasando ahora, en el mundo, en el estado español y en Canarias, como puedo yo comprobar día a día desde La casa de mi tía. A nadie le importa un carozo que nos roben, que nos maten, que se cachondeen de nosotros y nosotras. Por eso, como a nosotros, Aguilera Klink y yo, sí que nos importa y nos duele y nos aterroriza, recomendamos el trabajo de Palast y de toda esa legión esforzada por la verdad y la libertad, que pagamos con sufrimiento y algunos hasta con prisión o muerte