En julio de 2009, cuando se aprobó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera el nuevo modelo de financiación autonómica, CC y PP gobernaban en la Islas y el PSOE se encontraba al frente del Gobierno del Estado. Nueva Canarias dijo entonces en solitario que se trataba de un pésimo acuerdo para nuestra tierra, que nos colocaba a la cola en financiación per capita de las comunidades autónomas y que tendría graves repercusiones a corto y medio plazo en el funcionamiento de los servicios públicos; y, en definitiva, que perjudicaría gravemente a los ciudadanos.
En EL PAÍS, Antón Costas achaca las tribulaciones económicas europeas a la carencia de profesionalidad de las instituciones implicadas. Me parece una explicación simplista. Lean el comentario de Rafa Dorta.