Derribo del Mamotreto en Tenerife, triunfo de las luchas sociales
Si alguien tiene derecho a llenarse la boca, echándoselas de haber cosechado al fin un éxito, es la gente que ha luchado por derribar ese monumento a la corrupción, personificada en los delincuentes Zerolo y Plasencia. Esa gente, organizada en la intrépida Plataforma por el Derribo del Mamotreto y Contra la Corrupción, que no ha cejado en su brega. El Mamotreto ha caído al fin. Y no ha sido cosa fácil. ESpero que la Plataforma, ahora que puede eliminar la referencia al adefesio, mantenga su emperretamiento, contra todo tipo de Corrupción. Y yo, Chema Tante, aprovecho la ocasión para proclamar que la gente falaz e interesada, en la peor acepción del termino, de la que Paco Pomares y Jorge Bethencourt son paradigmas, que no dejan de largar la mentira de que el Mamotreto será construido de nuevo y que se atreven a comparar el caso Mamotreto, con el de la Biblioteca del Estado en Las Palmas de Gran Canaria, ese gentuallo, digo, falta aviesamente a la verdad.