Saúl García en DIARIO DE CANARIAS reporta sobre este, uno más, caso del despotismo marroquí
Nota de Chema Tante: No exagero si digo que nuestro genial Padylla está ya al nivel de los grandes caricaturistas del planeta. Esta viñeta refleja la gran tragedia de unas islas regidas por unos tecnócratas sumergidos en su mundo de dinero y números, despegados de la realidad. Por si acaso, no está de más recomendar que se examine el fonendo que maneja Román, conectado a sus bonitas músicas presupuestarias. Es que, entre la gente corrupta y la gente que no se entera, Canarias ya está en el marisco.
Federico Aguilera Klink recomienda este artículo y dice: Y aquí también...
Recomendado por Julián Ayala
Andy Robinson en CTXT comenta la Conferencia Lennart Meri 2022, celebrada en Estonia Destaca el artículo Francisco Morote, de Attac Canarias, que aporta el antetítulo, Yo Chema Tante, destaco la apropiada comparación que hace Robinson de la película de Kubrick. Es lo mismo, una y otra vez. Los gobiernos y las oligarquías de los países llamados "occidentales", presa de la locura neoliberal se pasan entre sí y se tranquilizan con sus propias mentiras. El problema es que las consecuencias las pagan los pueblos. Los pueblos, que ponen las muertes, las heridas, los sufrimientos, el hambre, la miseria... que produce la guerra.
Yo Chema Tante, confieso que me alboroza estruendosamente que alguien se meta con esa pareja de oportunistas incompetentes, falaces, que ha hecho del fanatismo y la intransigencia la clave de su programa político. Me refiero al Malinche Rivera y a La Lozana Andaluza Arrimadas. Una pareja que ha parido filosóficamente a una repelente camada de especímenes a su imagen y semejanza, entre quienes destaca ese camaleón que se llama Joan Mesquida. Estas historias nos las cuentan en sendos sabrosos artículos Juan Carlos Escudier y David Bollero que señala en PÚBLICO el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado.
Yo Chema Tante, me uno a la idea de Antonio Aguado de escoger este sentido y acusador texto que publica David Torres en PÚBLICO, en ocasión de la triste noticia del medico Luis Montes. Montes fue un tipo que dedico buena parte de sus afanes profesionales a mitigar el dolor del prójimo y a facilitar las condiciones humanas cuando llega el momento fatal. Y por eso fue blanco de una espantosa persecución por parte de la gente neoliberal chupacirios, obsesionada por arramblar las perras públicas y por imponer, encima, su ideología a los demás, por encima de todo respeto. Y, en el caso concreto del infame Lamela, quien se ensañara desde su posición consejeril con Montes, se ha destapado después como un conspicuo mercader de la salud.