Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista, señala este texto de Juan Torres en PÚBLICO
Francisco Morote, de Attac Canarias, aporta el antetítulo y señala este reportaje de Álvaro Sánchez en EL PAÍS que, creo yo, Chema Tante, no viene a decir nada que no supiéramos. A pesar de los esfuerzos gubernamentales -lo de Sánchez llega al patetismo- por negar lo evidente, la ambición y la ignorancia de los felones mandamases, llevan la economía al barranco. Sin embargo, hay que decir que el desastre no amenaza a todo el mundo. Los ricos siguen y seguirán tan orondos.
Federico Aguilera Klink recomienda este texto que, digo yo, Chema Tante, describe y demuestra la ominosa manera en que Zelensky y la élite social ucraniana han aprovechado esta guerra para hacer negocio y asegurarse un exilio de platino cuando la situación se arregle y tengan que mandarse a mudar.
Francisco Morote, de Attac Canarias, señala este claro y lúcido tecto de Juan Torres en PÚBLICO, certificando el descomunal bochorno de toda la tropa neoliberal. Lo digo yo, Chema Tante. Esa jauría de granujas que gritaban aquello de que "es mejor dejar el dinero en manos de quienes lo van a invertir" y ahora tienen que reconocer su error. Porque teníamos -y tenemos- razón las y los que decimos que la gente rica no invierte más que pensando en su particular beneficio.
Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista, señala este análisis de Vicenç Navarro en PÚBLICO que yo, Chema Tante, respeto, no faltaba más, pero comparto totalmente. En esencia, porque detecto cierta confusión en el planteamiento. Por supuesto que el origen del fenomenal desastre económico que sufrimos está en la política. Pero no creo que el profesor Navarro ignore a estas alturas que a la política la mueve la economía. Las causas últimas del desastre económico, son económicas. Por otra parte, Navarro sortea la existencia patente de una crisis renovadora en el marco de las relaciones planetarias que supone la gran esperanza de remontar, de una ves todo esta debacle económica y ambiental, por la vía de eliminar la competencia, más que desleal, brutal
Beatriz Torija en 65 Y MÁS cuenta de la crueldad de este estado que, además de cicatear a las y los mayores, el nivel de sus pensiones, les obliga a sostener a sus familias, supliendo la función del propio estado, que incumple su deber social. Dice Torija que el 40% de las y los mayores ayudan a su gente. Y yo, Chema Tante, digo que no son más, porque la mayoría no pueden hacerlo, con unas pensiones miserables