El respeto a la Tierra y la búsqueda de alternativas a las agresiones de las personas a los ecosistemas han estado presentes desde siempre en la historia de la humanidad.
No me cansaré de proclamar que la brigada guerrillera de Dios que gobierna el estado español ignora y contradice lo más esencial de la doctrina cristiana cuya religión dicen profesar. Mucha gente atea conocemos y practicamos muchísimo mejor ese precepto que no es solamente cristiano, sino, sobre todo, humando: respetar a las y los demás. Sobre estos asuntos versa el artículo que publica Walter C. Medina en NUEVA tRIBUNA.
A Antonio Castro Cordobez, periclitado sumo pontífice de la Cc palmera, le entrevista Vicente Pérez para DIARIO DE AVISOS. Y, desde el titular, el hombre deja evidencia de su proverbial simplonería. No se entera, Castro, de que lo que ha entrado en crisis de desaparición es todo el sistema politico. Esa burda patraña electoral que permite gobernanr y dominar parlamento, cabildos y ayuntamientos a toletes y sinvergüenzas, en tanto que buena parte de la población queda sin voz ni representación.
En su ISLAS BIENAVENTURADAS, Michel Jorge Millares publica un artículo curioso, que deja unas reflexiones muy dignas de tenerse en cuenta. Al hilo de unas, como siempre, intolerantes declaraciones de ese espécimen en vias de extinción, Rouco, y de la rápida decisión de restaurar el santuario gallego afectado por una rayo divino, Míchel se pregunta sobre el valor auténtico que tienen para el turismo los símbolos confesionales. Aunque, de paso, Míchel se permite un cachondeíllo con una recuperación del lamentablemente perdido símbolo del Puerto de Las Nieves, desde la discriminación positiva, la verdad es que el tema da mucho y muy serio juego
SB-Noticias/Juan Rafael Lorenzo.- En reciente entrevista para el programa “La Trapera” de Radio San Borondón, Cándido Quintana, miembro de Asamblea por Tenerife y presidente de la Plataforma en Defensa del Puerto de Santa Cruz se refirió al descenso de peso específico de AxT, en el sentido de que “fue un movimiento grandioso, pero que hubo puntos de inflexión que le restaron fuerza, y uno de ellos fue el Puerto de Granadilla”.
Lo único que alivia un pizco la descomunal tristeza de ver cómo nos dejamos devolver a los oscuros tiempos medievales, es saber que esta inmundicia de la wertiada solamente estará -es de esperar- unos meses en vigor.
