El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado impulsa esta campaña de peticiones en CHANGE para conseguir un acto de justicia. Que se despoje a una Avenida de Las Palmas de Gran Canaria del ultrajante nombre de un tipo detestable y se le ennoblezca con el digno nombre de una persona ilustre y amada por el pueblo canario como es Felo Monzón
Me lo dice Yayo, cuando le hablo de alguna corona: "Felo no quiere más que dos banderas, la de la República y otra que ponga Libertad". Y eso lo resume todo, de un tipo que no tendría que haberse ido. Pero se ha ido.
Acabo de oír al Borbón, y al inicio, cuando vi que venía sin el uniforme militar, me causó buena impresión. Pero a medida que fue hablando con un lenguaje cuartelero me empecé a poner nervioso, y no es para menos. Yo creo que la alocución, porque no llegaba a discurso, estaba escrita por el presidente Rajoy: todo enfocado para lavarle la imagen y decir que lo está haciendo la mar de bien.
El problema es que la reiteración de la felonía neoliberal amortigua el impacto de las abusadoras declaraciones de sus esbirros y esbirras. Esto que ha dicho el FMI tiene además el agravante del cinismo.No esconden que sus intervenciones y recomendaciones solamente buscan favorecer los negocios rpivados, por la via de aniquilar los derechos sociales y los servicios públicos. Mi amigo Felo comenta las recomendaciones contenidas en el análisis anual del FMI, presentadas por la jefa de la misión para España, Andrea Schaechter, y el responsable del sector financiero, Udaibir Das, pero personalizándo la responsabilidad en la jefa, la abyecta Christine Lagarde
Esta mañana bajé a comprar el pan y me vi la deleznable portada del Diario de Avisos. Casi toda, con la fotografía de un personaje, debidamente equipado con mascara antigases y con lo que interpreto que es una mochila, a saber lo que lleva dentro. Esto no tendría mayor consecuencia si no fuera porque la encabeza con letras destacadas como “Escuderos de la resistencia venezolana”.
Esta crónica de Álvaro Sánchez en EL PAÍS trata de un asunto de muchísimo calado y significación, al que, como es costumbre en estos casos, nadie hace puñetero caso. El sujeto al que Guindos defiende con fruición fue un fulano que con otros tres compinches manipuló embusteramente un informe financiero. Lo trincaron y le están crujiendo justamente. Y todo un ministro de un gobierno pretendidamente democrático condiciona una cuestión de estado a la impunidad del delincuente mantiroso. Como ya estamos habituados no nos irrita. Pero estamos hablando de algo tan delicado como la confiabilidad de los informes de auditoría financiera. Nada nuevo. Felo Concepción comenta la gracia de Guindos.
Esta mañana oí la entrevista que le hizo Pepa Bueno al fiscal General del Estado.