Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez, (PP) expresidente de la comunidad de Madrid, exalcalde de Madrid y exministro de justicia, carga sobre sus hombros un féretro con el cuerpo de un franquista, el de su suegro. Según se comenta, el fallecido ya había dicho que su yerno era más de derecha que él.

Me ha puesto los pelos de punta, en esta madrugada del viernes. El poder brutal, desesperado por tumbar esa televisión pública para ponerla en manos de sus amigos privados, mandó a fundir a negro el CANAL NOU a un técnico. Un técnico que se ha elevado a los altares de las bendiciones ciudadanas. Se ha negado a ser esbirro del poder y no ha cortado la emisión. Claro que ya vendrfán otros vendidos a hacerlo. Pero de momento, se ha preservado la bandera de la dignidad popular (la de verdad, no la arrebatada por un partido indigno).

El TSJA ha dictado orden de detención inmediata contra Diego Cañamero, por negarse a comparecer. El sistema mantiene su voluntad de reprimir a la gente que osa protestar, defender sus derechos y los de su clase ultrajada. La Justicia da pruebas continuadas de que abandona su posición neutral y se coloca del lado de los de arriba, en esta lucha de clases que han recrudecido los poderosos, para recuperar los privilegios que perdieron. Que perdieron, precisamente, por la lucha de gente que hizo antes lo que Cañamero está haciendo hoy: negarse a la humillación, resistirse a la opresión.