El próximo jueves 14 de junio a las 19’00 h Chrysoula Archontaki, abogada de European Lawyers in Lesvos, nos contará los detalles del día a día en el caos humanitario y jurídico que afecta a miles de personas refugiadas atrapadas en las islas griegas.
En NUEVA TRIBUNA, Ernesto Ruiz Ureta retoma un tema que no puede olvidarse. Grecia. Porque Grecia ha sido el escenario del más patente fracaso del austeritarismo neoliberal pero, además, de la más cruel y arrogante acción de los jinetes del Apocalipsisi de la Troika. Es que Grecia demuestra que, al final, el auteritarismo no funciona ni siquiera para lo que busca, el enriquecimiento de las clases poderosas. Porque están enriqueciendose de dinero de humo, porque están construyendo un mundo financiero de tramoya.
Esta crónica de Álvaro Sánchez en EL PAÍS trata de un asunto de muchísimo calado y significación, al que, como es costumbre en estos casos, nadie hace puñetero caso. El sujeto al que Guindos defiende con fruición fue un fulano que con otros tres compinches manipuló embusteramente un informe financiero. Lo trincaron y le están crujiendo justamente. Y todo un ministro de un gobierno pretendidamente democrático condiciona una cuestión de estado a la impunidad del delincuente mantiroso. Como ya estamos habituados no nos irrita. Pero estamos hablando de algo tan delicado como la confiabilidad de los informes de auditoría financiera. Nada nuevo. Felo Concepción comenta la gracia de Guindos.
Manuel de la Rosa señala y comenta la triste realidad griega que nos recuerdan Katerina Sergidoy y Chrisanthi Mourti en PODE POPULAR. En Grecia la lucha se extiende, porque la presión neoliberal, ante la impotencia de SYRIZA, se mantiene. En 20MINUTOS, SIN MORDAZA, TELESUR, el peruano GESTIÓN o el argentino TN amplían la información. La traición en el Parlemento aprueba más recortes, y el pueblo se sigue movilizando.
En la página de ATTAC y en RES PÚBLICA GLOBAL, un significativo artículo de Antonio Fuertes Esteban insiste en una idea esencial: Los esquemas de relación económica desarrollados en el proceso de globalización no estrán diseñados para beneficiar a todas las personas, sino solamente a unas pocas afiortubadas. Por tanto, no puede tolerarse que no exista un sistema que preserve los prinicipios de solidaridad y equidad. Dicho de otra manera, los llamados mercados, es decir, la especulación financiera mundial, no puede operar sin control.