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martes, 16 de abril de 2024 01:57h.
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Política

Pouria Amirshashi: Hollande y Valls han validado las ideas de la extrema derecha

POURIA AMIRSHASHI 100

A Pouria Amirshashi, diputado frances, le hace François Ralle Andreoli una extraordinaria entrevista que, en traducción de Amanda Andrades, publica CTXT CINREXTO Y ACCIÓN y que recomienda, con mucha razón, Antonio Aguado. Lo primero que yo, Chema Tante, diré, es que la entradilla de la entrevista marra de veras: Pouria Amirshashi no es "exsocialista". El que ha dejado de ser socialista es el partido que ha abandonado el diputado, por mucho que se llame "Partido Socialista". Es el mismo tenebroso fenómeno que ha pasado en otros andurriales, con esos partidos que se llaman "socialista y obrero", o "socialista canario" cuando ya no son, ni unas cosas, ni las otras. Salvo este detallito, no banal, la entrevista certifica que acullá, como allá y acá, el socialismo oficial ha desertado de sus ideas. Poco hay, de Hollande o Valls, a Susana o Felipe. Por doquier, los y las sedicentes socialistas se están pasando al fascismo. Pouria Amirshashi relata como las nuevas iniciativas, aunque sea desde el pragmatismo, son muchio más socialistas que quienes se las echan de ello. Y pide paciencia.

Política

Hollande y Valls consuman su traición a los principios socialistas y su sumisión a la troika

Montebourg, ministro dimitido de economía francés: "Me voy por la austeridad absurda". Igual que sus colegas del estado español, la cúpula del partido llamado ahora socialista francés, demuestra no tener ni idea del significado del término que campea en su denominación. Socialista significa estar al lado de la gente desvalida, defender lo público, respetar los derechos de las personas trabajadoras, hacer que la clase afortunada pague los impuestos que debe. En definitiva, ser socialista, ser de izquierdas impone no asumir las mentiras de la derecha de que es bueno que haya gente muy rica, para que la gente pobre pueda recibir sus migajas. Por no entender esto, por traicionar a sus votantes y a su ideología, Hollande y Valls están destrozando su partido y personas como Montebourg, (ex de economía); Hamon (ex educación) y Fillipetti (ex cultura) se honran con su oposición a las políticas de estos dos derechistas que ahora dirigen su partido y el gobierno.

Política

Hollande retoma el discurso verde y anuncia una “transición ecológica”

Aunque algunos sectores de la izquierda no se lo reconozcan, lo cierto es que Hollande marcha adelante, en la recuperación del sentido común político. Por supuesto que yo preferiría ver a Mélenchon en El Elíseo. Pero, mientras tanto, me conformo con lo que hay. Es mejor ver a Hollande con un discurso de sostenibilidad, proyectando cerrar nucleares y rechazando el gas de esquisto, que ver a Sarkozy alíado con Merkel en su proyecto ulatraliberal.
Política

Hollande tiene un plan - Editorial de EL PAÍS

EL PAÍS dedica su editorial principal a comentar las acciones de Hollande. Aunque a mucha gente de izquierda no le gusta del todo lo que hace Hollande, hay que recordar una vez más que la política es el arte de los posible. Claro que yo prefeririá que fuera Jean-Luc Mélenchon y sus tesis quienes gobernaran Francia. Pero eso no ocurre y, dentro de lo malo, lo menos malo. Por lo menos, Hollande pretende que la carga de esta llamada crisis las pague todo el mundo de manera equitativamente acorde con las posibilidades de cada quien. Y habla siempre de reactivar la economía.
Economía

Plan de ajuste de Hollande: Una de recorte, dos de impuestos a ricos y empresas

"Hollande confirma el impuesto excepcional a las grandes fortunas"
Aunque le llueven las críticas, de izquierda a derecha, la fórmula de Hollande responde a las expectativas y a lo que promerió en campaña y a lo que se puede esperar de un socialista: Ahora busca 30.000 millones de euros. Pero de una manera lógica: una tercera parte, de asuteridad bien entendida y dos terceras partes, de impuestos a ricos y a empresas. Ya nos daríamos con un canto en los besos si Rajoy hiciera lo propio. Pero eso no es perable, en un tipo ultraliberal, como Rajoy. Lo malo es que no puede uno esperar algo así, tampoco, de Rubalcaba, que diba en la rueda de quienes decían que "bajar impuestos era de izquierda"