Clemente Álvarez cuenta en EL PAÍS los desmanes urbanísticos conejeros. Lo recomienda Federico Aguilera Klink y yo, Chema Tante, lo comento
Se trata del déjà vu constante. Los empresarios turísticos canarios, ciegos, inválidos, oligofrénicos, quejándose de lo inevitable. Inevitable, pero que ni ellos ni quienes gobiernan quieren entender. Que el turismo es incompatible con la pandemia y que la pandemia no remitirá, ni con PCR ni con rastreos, hasta que se obtenga la vacuna y que la vacuna tardará todavía mucho en conseguirse. Y, por otra parte, que Canarias puede encontrara otras actividades económicas para salir adelante. Francisco Martínez, uno de esos empresarios, larga el ritual de quejas y de falsas esperanzas, desde LANCELOT DIGITAL y yo, Chema tante, lo comento.