COURRIER INTERNATIONAL informa sobre el acuerdo entre Marruecos e Israel, que desprecia la declaración de la Justicia de la Unión Europea y las decisiones de Naciones Unidad, que establecen que la propiedad de los recursos naturales del Sáhara Occidental no pertenecen a Marruecos, sino al pueblo saharaui, representado, hasta que se realice el referéndum, al Frente Polisario. Marruecos e Israel, con la complicidad de USA, de la Unión Europea y del gobierno del estado español y de Francia, siguen con el robo de la propiedad ajena.
Claro. La angustia brutal que causan los efectos morales y humanitarios de la guerra, nos hacen olvidar otro tremendo perjuicio: el ambiental. No es cuestión de establecer comparaciones, pero, desde luego, todos estos daños son igualmente terroríficos. Tino Prieto recomienda este valiosísimo informe del INTERNATIONAL PEACE BUREAU que publica PRESSENZA en traducción de Armando Yánez y que relata este impacto ambiental de la actividad bélica y exhorta al COP"% a contabilizarlos, coas que parece no se hace y a obligar a los ejércitos del mundo -a ver cómo lo logran- a minimizar su efecto sobre la huella de carbono. Y hay que fijarse en eso que dice el IPB. El ejército USA contamina tanto o más que muchos países industrializados.
No se puede decir con mayor nitidez. En INTERNATIONAL POLITICS AND SOCIETY, en ingles y en NUEVA SOCIEDAD y CTXT REVISTA CONTEXTO, en traducción de Carlos Díaz Rocca puede leerse este tajante artículo de Ann Pettifor, basado en su libro The case for the green deal. Pettifor, que no es ninguna ambientalista, sino una prestigiosa analista económica, establece de manera indiscutible la relación entre la catástrofe climática que enfrenta el mundo y la abyecta aplicación de las doctrinas neoliberales que exhortan a las empresas a la obtención del beneficio económico por encima de toda ley, de toda norma, de toda consideración, incluso ética. El neoliberalismo mata, de hambre y enfermedad, por la pobreza y el desastre ambiental. Por eso se propone ese nuevo pacto, esta vez, verde.
El programa del IBF para 2017 incluye ocho conciertos en Gran Canaria, uno en La Palma y cuatro en Ámsterdam, además de un programa para escolares, un concurso para jóvenes intérpretes con un concierto de galardonados, y dos conciertos de la Joven Orquesta IBF
Antonio Aguado recomienda esta trascenetal información aparecida en EL PLURAL,