Buscar
martes, 16 de abril de 2024 07:32h.
istmo
Sociedad

El hotel-torre para Kiessling en medio del Istmo (Antonio González Viéitez)

 

FRASE VIEÍTEZ

El SOMOS NADIE del ínclito Juan García Luján y EL DIARIO CANARIAS AHORA publican este insigne artículo de Antonio González Vieítez denunciando la catástrofe que, al fin, parece que se abate sobre el tan codiciado istmo de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria. Mal limpiadita abnegada defensa que se ha hecho de ese entorno, una defensa en la que no hace tanto participaban, como nos recuerda Vieítez, las mismas gentes que ahora entregan el chollo al de nuevo conquistador europeo, el tal Kiessling. A mí, Chema tante, me gustaría saber las baratijas que habrán recibido los Guanartemes de ahora de este Fernández de Lugo redivivo que está culminado la conquista en sentido inverso. Su antecesor del siglo XV plantó su zarpa en tenerife, viniendo de Gran Canaria. Este Kiessling de Loro Parque, lo hace en la isla redonda, viniendo de la picuda. Y volviendo a Vieítez, ya nos podemos ir olvidando de algo que ha sido hasta ahora patrimonio inmaterial de Canarias, la silueta del Puerto de La Luz y Las Canteras zozobra y pierde su identidad, bajo la pala desarrollista. No les falta más que ponerle Kiessling a la Calle Albareda. Quiere poner hoteles mastodónticos, astilleros, norias y teleféricos, de La Isleta al Refugio, porque parece que ya no quedan hombres valientes y ya Dios no guarda a nadie. Y yo tengo que recordar la copla tinerfeña "...que el sexto mandamiento manda no funicular".

Sociedad

El istmo y el panal de rica miel (Antonio González Viéitez)

 

antonio gonzález vieítezAntonio González Vieítez nos deja otra gratificante prueba de que sus ya felizmente superados males no afectaron en absoluto su claridad de criterio. En este lúcido artículo que publica en el SOMOS NADIE de Juan García Luján; y en EL DIARIO CANARIAS AHORA, González Vieítez sale al paso de la nueva cafrada que urde el taimado Kiessling, que se propone montar otro imperio -suyo- en el sufrido itsmo que une Santa Catalina con el Puerto, en Las Palmas de Gran Canaria. El artículo señala a Kiessling, y a la gente olvidadiza, que la primera incursión de la ciudad y su puerto en el turismo de sol y playa, allá por los sesentas, por una gracia del franquista Fraga, por entonces "Soria" del turismo, cosechó un estrepitoso fracaso. Una catástrofe, añado yo, que desarraigó a un montón de familias que componían el tejido social de esa zona, entre Las Canteras y El Refugio, transformando -para mal- un entorno que le daba sentido e identidad a la ciudad y creando focos de marginación por otras partes. Y que sumió a todos esos barrios porteños en un marasmo que le costó décadas superar. Porque, hay que chingarse que tenga que recordarse, Las Palmas de Gran Canaria y sus Las Canteras y Alcaravaneras gozan de una personalidad playera peculiar, que no las hace aptas para el negocio turístico convencional en ese posicionamiento estratégico. La ciudad tiene una vocación de ser destino de cultura y sensaciones, muy distintos de los que enfoca el inefable Kiessling, anet la pasividad de la simplonería insular. El siamés frustrado no se ha enterado, y menos mal que gente como González Vieítez se lo indica, de que el Puerto de la Luz no es el Puerto de la Cruz. Y de que las trastadas que le permiten hacer por unos pagos, encontrarán el justo cuestionamiento por otros. Por mi parte, yo, Chema Tante, le digo a Kiessling, respecto al segundo de sus proyectos, el teleférico a La Isleta (Achamán nos valga) que la coñona copla popular canta con acierto: "que el sexto mandamiento, manda no funicular".