Política
El gran problema secular de Canarias son tres. El monocultivo, la pésima gestión y la injusta distribución de las rentas de ese mocultivo. Fuera el vino, la cochinilla, el plátano y, ahora, el turismo, siempre hemos operado pasivamente, viéndolas venir, pendientes de la suerte del mercado y sin alternativa. Nunca hemos dominado nuestro negocio y además, los beneficios han ido para unos pococos avispados, buena parte de ellos, de fuera. Conceptos estratégicos como la creatividad y el posicionamiento diferenciador son materia oscura para nuestros zotes estrategas.