En CUARTO PODER, Manolo Monereo comenta el libro ¡El socialismo ha muerto! ¡Viva el socialismo! de Carlo Formenti. El artículo, que recomienda Manolo Marrero, desgrana las advertencias de Formenti sobre los enmascaramientos de falsas verdades que se deslizan en la lucha por el poder. Formenti, nos dice Monero, sostiene que el nacionalismo puede ser perjudicial o benéfico, según sean las intenciones de quien esgrime el concepto. La realidad en Europa, por ejemplo, contra las intenciones del capital de utilizar la Unión como una herramienta de domincación, es la fuerza de los pueblos la que resiste. Una resistencia que se vertebra en el nacionalismo de izquierdas. La conclusión, día a día más evidente es que solamente el socialismo ofrece una oportunidad de supervivencia,para las clases trabajadoras, pero también para la Humanidad entera.
Aunque los descendientes de los rebeldes que triunfaron en su insurrección sian intentado justificar las barbaridades cometidas por Pacheco, siguen las denuncias de que este tipo murió sin que le cayera la justicia. Laura Galaup y Emilio Silva firman estos trabajos en EL DIARIO que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado
Atina María Mir-Rocafort con este artículo en LA HORA DIGITAL. Atina desde el título. Y atina también en el desgrane de argumentos. En efecto, las increíbles cosas que contemplamos en las sociedades del estado español, la terrible desigualdad económica, la arrogancia de las empresas, empezando por la banca estafadora, la gente de la política -de izquierda- que no acierta a encontrar la manera de gobernar sin ataduras con la oligarquía, la lenidad de una Justicia, en la que buena parte de quienes la administran se dejan llevar por sus prejuicios de clase o por su dogmatismo ideológico, la pasividad cobarde de unas masas que somos incapaces de sacudirnos tanta miseria... todo ello viene, como dice Mir-Rocafort de que llevamos sufriendo el efecto del franquismo, desde aquellos aciagos días en que nazis, fascistas, moros mercenarios y la iglesia Católica que olvidaba el mandato de amor de su fundador, la ganaran la guerra Franco, para que impusiera su fanatismo intolerante. Es cierto Franco sigue aquí.
En EL DIARIO, Esther Palomera trata de cómo la cuestión catalana sigue atosigando al gobierno de Sánchez. Lo recomienda el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado
De Faulkner a Kant, pasando por Benet y Santos Juliá, transita Javier Pérez Royo para construir este breve pero denso ensayo sobre las lúgubres maniobras que practican la política y la justicia en este estado imperial español (lo de imperial es mío, de Chema Tante, que es sabido que Pérez Royo, con todo su derecho, no es soberanista.) El catedrático, autoridad en derecho constitucional, no es soberanista, pero es un demócrata donde los haya. Y en este artículo que señala en EL DIARIO Julián Ayala, pone de manifiesto la manera en que el sistema oficial español tuerce leyes y doctrinas para servir al fanatismo y a la insana codicia electoral La verdad es que, lo mismo que la exhumación de la momia dictatorial, el terrorismo del pasado está siendo utilizado de muy perversa forma.