Miguel Guillén, e artículo en PÚBLICO que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, se apoya en un montón de testimonios de gente relevante, para dibujar este análisis de lo que significa la iniciativa de Sánchez de convocar a la unidad, con una recreación de los Pactos de la Moncloa. Empezando por esa estrategia artera de Casado y su tropa, de aporvechar la ocasiuón para meter bulla y malas sensaciones.

En CUARTO PODER, reproducido por ECO REPUBLICANO, puede leerse esta reveladroa entrevista que le hace Sato Díaz a ese tipo insigne que se llama Julio Anguita

Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista, recomienda este revelador artículo de Javier Pérez Royo en EL DIARIO. El prestigioso constitucionalista advierte que la llamada a unos nuevos Pactos de La Moncloa no es más que otra aleve estrategia de la derecha cerril para tumbar el gobierno de coalición PSOE UP. El problema, agrego yo, Chema Tante, es que la oligarquía, con sus medios mercenarios apoya  a la derecha en esta operación de desprestigio del gobierno.

Francisco Morote, de Attac Canarias, selecciona este didáctico artículo de Enric Juliana en LA VANGUARDIA, muy oportuno, en momentos en que se llama a unos nuevos Pactos de La Moncloa. Pero también, cuando se escuchan voces desde la más cerril derecha, que ya es decir en este estado español, vetando la presencia de ciertas ideologías. Dice muy bien Juliana que aquello fue un pacto de salvación democrática. Pero, digo yo, Chema Tante, que a Juliana se le olvida decir que también aquellos pactos se firmaron cuando la fuerza franquista era más potente que en estos tiempos. Por eso viene a cuento la pregunta que se hace Morote ¿una  nueva transición democrática?. Será estupendo que se aprovecharan estas dramáticas circunstancias para, ahora sí, recuperar plenamente la democracia perdida en 1939.

Danilo Albin cuenta en PÚBLICO otra de las muchas pruebas de la absoluta ausencia de escrúpulos morales de quien fuera el líder de un partido español heroícamente socialista y obrero, pero que inició la ruta de la pérdida de las esencias ideológicas de ese partido. La historia de la colaboración del gobierno de Felipe González con la sádica, siniestra, fascista dictadura argentina, ya es por sí solo, si no abundaran tantos más, un motivo para repudiar a tan repugnante individuo.