De momento, la llamada Ley Plasencia o Ley de los Barrancos no ha sido admitida a trámite por el Parlamento de Canarias. Sin embargo, hay gente bienintencionada que sigue defendiendo esta Ley hecha a medida de la conveniencia de los emprearios devastadores del territorio. Gente bienintencionada, digo, no la de la coalición empresaria, que esa insalla jamás abriga buena voluntad, sino de quienes, angustiados por la magnitud del destrozo, se agarran al clavo ardiendo de las mentiras de Alonso y del genuflexo Clavijo. Porque esta Ley Plasencia o de los Barrancos, es una monumental trola, como demuestra, con claritos argumentos, David Cuesta en este artículo en EL DIARIO CANARIAS AHORA o en la página de MÍRAME TV, que disipa todas las dudas que puedan permanecer al respecto. Lo único que motiva al genuflexo Clavijo y al funcionario tecnócrata Alonso es salvarle el trasero al empresacemento Plasencia, a quien tanto quieren y, sobre todo, a quien tanto deben. Y lo peor de todo es que pretenden, como no, que lo que deben Plasencia y sus cómplices, lo pague el erario canario. 

Plasencia, delincuente, amo y señor de Canarias, por la desgracia de la coalición empresaria

Clarito informe de Carlos Sosa en EL DIARIO CANARIAS AHORA sobre otro de los escandalosos timos especulativos en que son especialistas estos partidos que tenemos que sufrir en el gobierno de Canarias, con la coalición empresaria en papel protagónico. Sosa toma como referencia la estafa pública que intentío hacer Soria con Bittini en el asunto Tebeto. Una estafa que no llegó a cristalizar -esto no lo dice Sosa- únicamente porque en aquellos momentos acababa de estallar la llamada crisis, que desinfló notablemente las posibilidades financieras del erario canario. Lo de Tebeto no lo pudo hacer Soria, porque llegó tarde y en ese momento no había dinero. De otra manera, a Paulino le hubiera dado lo mismo. Sin embargo, yo, Chema Tante, proclamo que esto de ahora, del genuflexo Soria y el bruselés Alonso con los barrancos jurados de Güimar, es más grave -si cabe- que lo de Tebeto. No solamente este gentuallo pretende que sea el presupuesto canario quien pague el desaguisado de los granujas empresarios. Además, para que no quede barbaridad por perpetrar, le van a meter más cemento a la estupidez del turismo masivo cementero, con esa urbanización turística, que solamente servirá para empujar hacia abajo los precios del destino canario. No quieren reponer el suelo herido, para recuperar la vital actividad agraria y ganadera, sino sepultarlo en más hormigón. Y, por encima de todo, la comprobación infamante de que en estas islas desafortunadas, quien manda es la horda que comanda Antonio Plasencia, delincuente convicto y confeso que no pisa una prisión ni paga un cémtimo de lo que ha saqueado. Al delincuente Antonio Plasencia toda la coalición empresaria se conjura para mantenerle sus negocios. Ahí están los barrancos de Güimar, ahí está el fraude espantoso de Las Teresitas, ahí está, ahí está, ahí está, erguido contra toda sentencia, el Mamotreto. La coalición empresaria protege y compensa al empresario Plasencia, delincuente a quien tanto quiere, y a quien tanto debe...

Decía este miércoles Juan García Luján, en la presentación de PENSANDO CANARIAS , que él prologó, que, cuando leías EL BAIFO ILUSTRADO, no sabías si la coña era lo escrito o la realidad. Y tiene razón, porque las cosas que ocurren en estas desafortunadas -sin necesidad ninguna- islas, parecen siempre una broma de mal gusto. Por eso, esta de hoy, de que el genuflexo Clavijo intercede(presionar luce exagerado, hasta en una joda) ante el Tio Gilito Trump para que le adjudique el Muro al delincuente Plasencia, será mentira, para siempre pensamos que el genuflexo Clavijo es capaz de eso, y más. Y si no, recuerden cuando, siendo alcalde, se apresuró a ofrecerle al ganster Sheldon Adelson montar en La Laguna el Eurovegas. Parecería recochineo, si no hubiera sido bochornosa verdad. Desde luegio, el genuflexo Clavijo es mucho...

El Mamotreto es mío...

Yo lo que digo es que si los sucesivos gobiernos municipales chicharreros hubieran puesto tanto celo y diligencia en cobrarle al delincuente Plasencia y a su compiche Ignacio González el Viejo lo que le deben por la estafa de Las Teresitas, como ponen por salvar el aparcamiento que le construyeron al mismo delincuente, ya las arcas públicas del ayuntamiento habrían ingresado los setenta millones.

Alonso, el genuflexo Clavijo y Bermúdez, al servicio de su majestad, el delincuente Plasencia

Espero que mis palabras tengan, aunque sea por esta vez, la virtud de la claridad, sin posibilidad de otras interpretaciones. Yo proclamo mi opinión de que los capitanes de ese partido que no es partido, sino empresa comercial, llamado Coalición Canaria, le deben tanto, pero tanto, y comparten tantísimos intereses con el granuja, delincuente convicto y confeso empresario venal, Antonio Plasencia, que no dudan en protegerlo, ampararlo, preservar su bolsillo de la acción de la justicia y mantener sus negocios, venga la tormenta de donde venga.

La información no la trae sino LA OPINIÓN cuya empresa, con su codiciosa cicatería, la hurta en su versión digital a la opinión  general y la reserva a quien pague. Pero en la portada de la edición impresa que ofrece la web LAS PORTADAS, se puede leer claramente el grueso de la infamante noticia. Una nueva demostración de la insana influencia de Antonio Plasencia, dueño y señor de los aparcamientos públicos y, por supuesto, muy interesado desde su primera piedra, en este adefesio ilegal y repudiado que es el Mamotreto. Aquí se puede ver que el dominio de Plasencia no se reduce al ayuntamiento chicharrero, sino que alcanza al gobierno del genuflexo Clavijo. Es que Plasencia no solamente financia las campañas de municipales de Cc, sino también las insulares y nacionales. Y, claro, a Plasencia es probable que la Justicia le pueda salvar de ir entalegado, pero de soltar las perras, no. Sería demasiado. Por eso, como la plata venezolana hace tiempo que se agotó, hay que garantizarle al hombre unas fuentes de ingreso. A todas estas, el llamado socialista y obrero partido español de Patricia y Julio... calladito.

Estos tres tipejos todavía no han devuelto los setenta millones que solimpiaron al pueblo de Santa Cruz de Tenerife

A todo cochino le llega su San Martín. La frase no es totalmente cierta, porque mucho cochino escapa a su responsabilidad, y, en este caso, el día 9 de septiembre, no es San Martín, sino San Pedro Claver. Y aunque, se trate de tres cochinos, tampoco es completamente seguro que estos redomados granujas vayan a recibir el justo castigo por sus culpas. Ojalá me equivoque, pero la experiencia me indica que a la justicia le sobran vueltas y excusas para exonerar a gente como estos tres sinvergüenzas. Y a los hechos me remito.

Pedro Fernández Arcila, concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, afirmó que existe una posibilidad real de que la parcela hotelera del frente de la playa de Las Teresitas acabe en manos de la sociedad limitada Inversiones Las Teresitas, propiedad de las conocidas familias tinerfeñas Plasencia y González Santiago. Esta posibilidad y las maniobras municipales en el planeamiento –a través del Plan Especial de Las Teresitas– nos colocan, señala el edil, “ante un déjà vu que nos lleva a la década de los setenta, con un Ayuntamiento al servicio de los especuladores”.

Nos enteramos por la SER que el alcalde chicharrero Bermúdez tiene de nuevo la altanería de decirle a los tribunales que se equivocan. En su decisión de ordenar que se tumbe el Mamotreto. Y se basa para ello en un informe que emite la Dirección de Infraestructuras y Servicios Públicos del propio Ayuntamiento. Pero la razón verdadera de todo esto es que el Mamotreto es un edificio de aparcamientos. Y que el negocio de aparcamientos lo monopoliza en el municipio de Santa Cruz de Tenerife Antonio Plasencia. Y que Antonio Plasecnia figura en primera fila de la banda de financistas y muñidores de la coalición empresaria llamada canaria.