Cuando me interesé en los últimos años por las candidaturas de unidad popular, ya con el potencial del 15-M prácticamente mermado, concluí pronto que en las asambleas y en las comunicaciones se tendía, tendíamos, a hablar y a escribir para nosotros mismos, como si tratásemos de convencernos de algo, que, acaso, nuestras palabras encerraban tanta razón y tanta coherencia, que podían y debían calar en los demás con la mera pronunciación de las mismas.

En la sala 206 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía se encuentra el Guernica de Pablo Picasso. La pared a la izquierda de la principal que contiene la obra alberga un extracto de El Segundo Advenimiento (The Second Coming) de William Butler Yeats.

Viendo el origen de la palabra trabajo, se entienden muchas cosas. La Etimoligia de la palabra trabajar, viene de Tripalium, tres palos, yugo con el que azotaban a los esclavos.

En "La izquierda ante el colapso de la civilización industrial", su autor, Manuel Casal Lodeiro [1], sienta las bases para un debate urgente en relación a la cuestión energética.