En artículo señalado por el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado en EL DIARIO, Neus Tomás nos recuerda la extraordinaria abyección del ejercicio de la política, según el concepto del partido mal llado popular. Y yo, Chema Tante, insisto en que la gravedad extrema de todo esto es la impunidad con que opera esta banda organizada para el delito. De manera que el partido mal llamado popular es corrupto, por lo que hace, pero el sistema también, por permitirlo. Esta es la situación en este estado supuestamente democrático.

Aníbal Malvar escribe en PÚBLICO sobre la comparecencia de Aznar y Rajoy en la Audiencia Nacional, sobre el asuntillo de las cajas B del partido mal llamado popular. El artículo, que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, pronostica que la actuación de Rajoy es bastante previsible, dada la correosidad del personaje y su habilidad para hacerse el bobo. Pero dice también que de Aznar se puede esperar cualquier cosa. La arrogancia del tipo puede llevarle a alguna situación incómoda. Y yo, Chema Tante, digo que lo verdaderamente interesante de estas comparecencias es, ya lo vimos con la anterior de Rajoy, la obligación de decir la verdad. Complicado brete para este par de mentirosos empedernidos. Vamo a ver si otra vez los jueces complacientes les echan una mano. Ya lo dice el propio Marval. Es imposible pensar que en este estado le metan mano a un jefe de estado o presidente de gobierno. Eso es lo que hay.

En PÚBLICO, Eduardo Bayona recuerda algo que nunca debió ser olvidado. Pero que parece que sí se olvida. Al menos, lo digo yo, Chema Tante, eso parece, vista la pasividad de un Gobierno que se dice Progresista ante la banca estafadora. La banca, que se pasa el tiempo llorando por la supuesta pérdida de negocio se ha dedicado a esquilmar a la población de este reino de Felipe el último, con la complicidad de los gobiernos neoliberales y con la indiferencia ahora de una coalición entre un partido que se dice socialista y otros que vienen con la fuerza de la calle y en los que hay gente que se dice comunista. Pero un  gobierno que no se atreve a tocar con una pluma a una de las culpables más estruendosas de esta situación catastrófica en lo social. Ni una sola reacción se ha escuchado de este gobierno ante el definitivo diagnóstico que ha emitido el relator Alston de Naciones Unidas, para la Pobreza. Y una buena reacción sería salir al paso de las fechorías que perpetra la banca estafadora. Y una buena manera de empezar a demostrar la independencia frente a Botín y sus compinches, sería recuperar la banca pública. Le gusta a Calviño y M Montero o no. Rajoy, ya la hizo. Pero Sánchez e Iglesias tienen ahora el deber de recomponer el desstre y empezqr a proteger a la gente desamparada.

Javier Pérez Royo nos ofrece en EL DIARIO, en artículo que señala el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, otra muestra de su sabiduría política. El patinazo a que el rencor fanático llevó al centralismo imperial cerril español, liderado entonces por Rajoy, lo pagó lacerantemente en votos el Partido mal llamado Popular. Y hay que recordar, y eso hago yo, Chema Tante, que, desaparecida la bestial violencia terrorista, siempre condenable, los soberanismos catalán y vasco han conducido sus legítimas reivindicaciones en paz y orden, encontrando como respuesta estos odios que culminaron en el "a por ellos".

No es la primera vez que lo digo. Paul Preston es un tipo admirable, pero tiene una opinión francamente execrable. Es la que se refiere a la pervivencia de calles y monumentos del franquismo, que el hispanista dice que hay que conservar, "porque  o se puede negar la historia". Anda ya, Preston. Vete con ese criterio a Alemania, Italia o Rumanía, para que le pongan calles a Hitler. Mussolini o Ceausescu, cuyas historias no se pueden negar. Pero bueno, por lo demás, sigo creyendo que hay que elogiar a este historiador. En una entrevista que le hace Marta Nebot en PÚBLICO y que recomienda el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado, Preston hace gala de su conocimiento de la realidad de este estado español y de sus miserias históricas.

Claro, lo que no dice la sultana destronada por su mala cabeza es que este del que habla ahora no fue en absoluto su único error. Ni siquiera el más grande. La mayor equivocación de Susana Díaz fue alinearse con la banda de barones que hicieron que su partido perdiera el derecho a ostentar las nobles siglas  de socialista y obrero. Un derecho que ahora están reconquistando las y los militantes socialista de verdad. Como Antonio Aguado, veterano militante socialista que señala y comenta la información que aparece, entre otros medios en LA VANGUARDIA, EL DIARIO, 20 MINUTOS...

La capacidad de alguna gente para saltarse toda consideración ética es increíble. Y esta capacidad puede comprobarse que se con muchísima frecuencia en los partidos de derecha. Buena prueba de ello es esto que cuenta Alejandro López de Miguel en PÚBLICO y que señala y comenta la gente de ATTAC. Vean qué maravilla. Esta tipa indecente, Soraya Sáenz de Santamaría, colaboró necesariamente con los otros indecentes, Rajoy, y Soria, en su normativa contra las renovables. Pero ahora, ya fuera de la política, la muy tiesto se apunta a un bufete de postín y chanchullea con las entidades de arbitraje, para meterle indemnizaciones brutales al estado español. Y, para que no quede nada, hinchan estrepitosamente sus cuentas de gastos y honorarios. Menuda tramposa

El coherente veterano militante socialista Antonio Aguado remarca en PÚBLICO este revelador artículo de Juan Oliver sobre la escrable personalidad de quién se vislumbra como nuevo capo del gang Ppero. A Feijóo se le suele rechazar por la evidencia de sus relaciones con los narcos gallegos. Pero, parafraseando al Rajoy de la M. hay que decir que esto de la conexión de Feijóo con el mundo de la droga, no siendo un tema menor, sino mayor, no es el mayor de las fallas que se pueden achacar al sucesor de Fraga, vía Rajoy. Es que la droga mata y destroza las vidas de muchas gentes, pero el neoliberalismo mata y destroza la de muchas más. Imagínense entonces cuando se cruzan la droga y el neoliberalismo, como pasa co  Feijóo. No es un angelito, aunque se presente como tal.

Desdea la lejana cercana Argentina, Walter C. Medina permanece atento a lo que ocurre en este estado en el que estos días se abre una etapa de lusión,m de esperanza. Y en NUEVA TRIBUNA nos regala este texto que narra como las maldades pperorajoyanas han recibido al fin el castigo merecido.