Ramón Cotarelo se ha distinguido siempre por su defensa de los valores democráticos, tan ausentes, en este estado de derecha español. Y, por supuesto, en su apoyo al derecho a decidir, que en estos tiempos se está poniendo a prueba, gracias a la lucha del pueblo catalán. En la fogalera catalana, avivada por la obsesión fanática del centralismo nacionalista español, los últimos días se han acumulado los acontecimientos, con la detención o exilio de más líderes soberanistas y el arresto del president Puigdemont en Alemania. En estos dos posts que señala en PALINURO Francisco Morote, de Attac Canarias, Ramón Cotarelo reflexiona sobre esto. Y yo, Chema Tante, me adhiero con todas estas palabras, aunque añadiendo y recordando que la cifra de los dos millones sesenta mil rebeldes, es meramente indicativa. Porque solamente con la celebración de un referéndum, cuya petición está en el origen de este episodio, se podrá conocer con exactitud cuántas personas estamos a favor y cuántas están en contra de la República Catalana. Añado unas viñetas de Ferrán Martín que reflejan con gráfica claridad la obcecación del poder centralista español, que ignora que no puede meter presas a todas las personas rebeldes.
En PÚBLICO, William Parra aporta un serio testimonio que contribuye a que en esta tragedia de Siria no pueda entenderse nada. Al menos, nada más allá de que, otra vez, las "democracias" occidentales actúan con una caja registradora en lugar de cerebro.
No es guerra civil; es colonización exterior (con la que comulgan y prestan servicio elementos del interior). No son refugiados de guerra; es población siria expulsada a la fuerza y alienada de territorio sirio bajo amenaza de muerte por los colonos del ELS.