El veterano militante socialista (lo recuerdo siempre, porque es este hecho el que da autoridad a sus criterios en este campo de la política) Antonio Aguado destaca en DIARIO 16 la reflexión un tanto equívoca y difusa de Manuel Domínguez Moreno, sobre el exceso de hegemonía en el PsoE de los llamados barones. La crsitalización, lo digo yo, Chema Tante, de una usurpación del poder por parte de una élite, que constituye la antítesis de la democracia en un partido que se precia de ser democratico. Si algo está claro, en esta fogalera prendida en ese partido, es que las bases se colocan masivamente detrás de un candidato, en tanto que las cúpulas apoyan a la otra candidata. No me olvido del tercero en discordia. Lo que ocurre es que, como ese tercero se presentó solamente para incordiar al otro, no cuenta para nada más que para eso, para incordiar. Bien, Y hay otra cosa clara: los errores del pasado solamente se enmendarán mirando al futuro, no siguiendo a los jarrones rotos, los que emergen ahora de sus yates y mansiones y sacan de la naftalina las chaquetas de pana. Lo malo de esto es que en su artículo, Manuel Domínguez Moreno no se decanta por ninguna de las tres opciones. Porque pone a caldo'pota a Patxi y a Sánchez. Y a Susana no la nombra, pero critica el poder de los barones sobre los que la sultana sustenta sus aspiraciones.  Anarquía.

Los sesudos comentaristas políticos, que se asombran del desinterés creciente de la gente respecto de la política y la escasa participación en las movilizaciones sindicales, encontrarán la explicación, clara, que aporta un jornalero. Cañamero tiene los ojos abiertos y la cabeza donde debe tenerla. Vean la entrevista que la hacen en LA MAREA.