Notable artículo en TAMAIMOS de Iván Suomi, cuya lectura rememora aquel nefasto ¿De qué vamos a vivir" con que nos increpan a la gente independentista los pedestres guanajos que ven en la pertenencia a la férula española el ùnico futuro para las islas. El texto de Sumi va asunto de un artículo, Enel, la gran beneficiada del agujero que hace Canarias al bolsillo de los españoles  del que lo menos que se puede decir es que es descuajeringante.

Asunto del Día de la Bandera Canaria, Raúl Vega puede volver a publicar en TAMAIMOS este artículo suyo de 2015, porque las cosas no han cambiado. La tricolor de las siete estrellas verdes, el símbolo que siente el pueblo canario, sigue siendo atropellado por la indiferencia oficial.

Melissa y Mariano. Viven en un país que no quieren que lo sea

Ivan Suomi dedica desde TAMAIMOS un alimenticio artículo a la ciudadana Melissa Rodríguez, por sus toletadas irritadas por lam aplicación de la denominació "país" a nuestro país canario, Y yo le digo a Iván, como ya le dije a Ciara Siveiro en el mismo contexto, que se comorta con poca justici. Porque Mariano Cejas acompañó a Melissa en la misma sanacada.

El punto de reflexión que propone Ivan Suomi en TAMAIMOS es realmente trascendente. Y urgente, porque entre los dos radicalismos extremos, se nos está diluyendo la identidad. Porque, ante los aullidos de independentistas viscerales y de españolistas fanáticos, la muchedumbre de personas que sí profesamos un nacionalismo no excluyente ni prepotente, que asumimos nuestra condición de pueblo mestizo, enriquecido por mil aportes de todos lados, esa muchedumbre, nos callamos. Y así nos va.

Iván Suomi cavila en TAMAIMOS sobre el vacío significado de un Día que celebra lo que no hay que celebrar en Canarias. Y expresa el amargos que le produce.

Yo, Chema Tante, "Puedo sostener y sostengo", que diría el simplón de Sánchez, que a las mil desgracias históricas que atormentan a Canarias se ha venido a sumar otra que multiplica a todas las demás. Esa nueva fauna tecnocrática, la gentilla que se queda en los bellos proyectos que describen con bonitas palabras, pero que nunca obtienen resultados. Por suerte, frente a tanta personilla totorota, también tenemos en las islas a personajes sensatos y heroícos que intentan contener la estupidez que nos lleva proa al marisco. En TAMAIMOS, Iván Suomi presenta y describe a dos arquetipos de estas dos categorías. Uno, Alonso, el bobilín presidente del Cabildo de Tenerife que, mal limpiadito el dinero y esfuerzo que se invirtió en su formación, se dedica a estallarse el dinero público en proyectos que solamente benefician a los empresarios a los que tanto debe. El otro, Morales, el tipo lúcido que aplica sabiamente su formación universitaria y su experiencia a buscar soluciones sostenibles. 

En TAMAIMOS, Iván Suomi recurre a una acertada cita de Arzalluz, para comentar la humillada y sonrojante actitud política de Coalición Canaria. Una estrategia que se basa en arrastrase, despreciando idelogía y votantes, para conseguir presupuestos en Madrid para obras en Canarias. Pero no obras necesarias y rentabkes, sino las que puedan utilizar electoralmente, de manera que le permitan seguir, si no ganando elecciones, al menos obteniendo la posición que les permita de nuevo chalanear y seguir gobernando. Porque eso es lo que les interesa. Ocupar el poder en Canarias, cabildos y ayuntamientos, que es donde pueden conseguir el objetivo final de sus dirigentes: lucrarse, la horda coalicionera y la oligarquía en que se apoya. Y ahora, esta gente ve peligrar el chollo de las RUP, que han utilizado como cuerno de la abundancia para financiar sus obras faraónicss. Pero tanto Europa como las otras RUP empiezan a tener la mosca tras al oreja.

Iván Suomi es una de esas voces que desde los medios comprometidos se alzan contra los tópicos difundidos que generan un falso estado de opinión. En esta ocasión, desde TAMAIMOS, otra vez, la cuestión es esa falacia neoliberal de que hay que apoyar a los empresarios "porque son los que crean empleo". A mí este rollo mentiroso me recuerda mucho otro que se aplicaba en nuestras islas, en los medios rurales. Aquella trola de que había que alimentar mejor y con más abundancia al hombre, "que era el que trabajaba y traía la comida a la casa". Como si la mujer, e incluso las niñas y los niños, no colaboraran en las tareas y la mujer, encima, no tuviera otras responsabilidades, que el hombre ignoraba. De la misma manera, como dice Iván, el neoliberal Clavijo no se recata en reconocer que mima a los empresarios. Y son estos empresarios los que tampoco se cortan un pelo en criticar a gobiernos, como el insular de Antonio Morales, en Gran Canaria, cuando no se pliegan a sus deseos, marcados por la codicia.

El título de este artículo de Iván Suomi en TAMAIMOS es descriptivo de su propio talante al escoger temas de atención. Efectivamente, Suomi escarba entre la maraña de acontecimientos, para dedicarse a los que en verdad cuentan para Canarias. Como este cabreante asunto de las cuotas de atún rojo, que otorgan a la flota pesquera canaria unas posibilidades de captura que serían descuajeringantes, si no fueran motivo de grve magua.

Mucho me temo que esto que con tanto tino cuenta Iván Suomi en TAMAIMOS, se perderá en la indiferencia, en la misma indefinición que como él mismo denuncia, con Manuel Padorno, nos acogota a la gente canaria. Pero, con el firmante de este estupendo artículo, yo Chema Tante, gritaré que Canarias no es ni periférica ni ultraperiférica, sino el centro de su propia realidad. Que si necesitamos ayudas, subvenciones y muletas financieras es porque permitimos que una docena de bergantes dejen desde la política que unas cuantas empresas se lleven crudo el beneficio de esquilmar malvendiendo nuestros recursos.