Antonio Aguado, veterano militante socialista, destaca este reportaje con el que Andrea Domínguez Torres en PÚBLICO difunde en el ámbito internacional lo que yo, Chema Tante describo como la lucha irrefrenable de un pueblo defendiendo su patrimonio, contra unos bergantes que gobiernan pensando solamente en su beneficio particular y en el de los poderes económicos a quienes sirven. Que se sepa, por ahí fuera, la clase de granujas que nos atormentan
Ángel Rivero, desde su EN CANARIAS muestra su exasperada, impotente, indignación, ante la patente desigualdad de trato a las personas refugiadas, dependiendo de su color o de la guerra de la que huyan
Marina Velasco entrevista a Benjamín Prado en HUFFPOST sobre su nuevo libro. Yo, Chema Tante, no dudo del interés, porque Prado se caracteriza por decir la verdad siempre
LA RED VOLTAIRE trata de este nuevo asunto, Transnistria, la República Moldava Pridnestroviana, que ahora salta a los titulares. Lo destaca Federico Aguilera Klink, Y yo, Chema Tante, me voy a despachar a gusto, en pocas líneas. Cuando se cargaron el proyecto estupendo -con todos sus errores- que fue la Unión Soviética- se vendió que todos sus pueblos se creyeron la mentira capitalista. Y no fue así. Y esto no es más que una muestra ejemplar. La población de Transnistria, una república disidente, de culturan rusa, lleva desde siempre reivindicando los valores de la URSS. Y ahora entra en el infernal juego. Se abre, por supuesto, el debate sobre quién esta prendiendo la fogalera, al oeste de Ucrania, Habrá opiniones para todos los gustos. Pero yo me atrevo a decir que es el pueblo de Transnistria el que está expresando su posición.
Alberto Pozas en EL DIARIO reporta sobre el horro de la trata. Yo, Chema Tante, tengo que señalar que en este momento, que recrudece la oposición a la prostitución, digo que sería conveniente que se disociaran los dos fenómenos. Prostitución y trata son cosas distintas. En mi opinión, la lucha por la libertad debería centrarse en la demanda de la represión contundente y efectiva de la trata de personas y de soluciones realistas para apoyo de mujeres en dificultades económicas, para conseguir que nadie se vea obligado a prostituirse por hambre. Todo mlo demás, a mí me luce hipócrita. Mientras algunas almas bienintencionadas lanzan sus gritos abolicionistas, lo cierto es que la trata sigue funcionando. Quien lo dude, que salga a la carretera y vea los clubs. O que visite las decenas de webs que hay del ramo. Y que compruebe que clubs y webs estánm a la vista pública, sin que nadie las investigue. Lo que cuenta Pozas en EL DIARIO es un pequeño asomo de la trágica realidad. Consigamos la extirpación de la trata y habremos resuelto buena parte del problema.