Otro acertado análisis de la coyuntura política en este estado español, que hace María Mir-Rocafort en su OPINIÓN POLÍTICA. Las no menores diferencias ideológicas que me separan de esta pensadora no impiden que asuma también, yo, Chema Tante, las afinidades de criterio ni que reconozca su lucidez de análisis. Dije coyuntura y, siéndolo, no es menos cierto, por paradójico que parezca, que el tumor a que se refiere el artículo ha pasado a la categoría de estructural. Es otra de las herencias fastidiosas del franquismo, que no permite que en estas naciones y territorios exista una derecha democrática aceptable, sino esta zafiedad fascista al servicio, como dice Mir-Rocafort, del auténtico poder, el del más fuerte, en palabras de Irma Ferrer: "el que pone el saco de dinero sobre la mesa"  Solamente tengo una puntualización, anecdótica quizá, pero sustancial, que hacer. La propaganda elevó al poder a nazis y fascistas, pero al franquismo, que carecía  hasta de esa agudeza comunicacional, lo que le hizo vencer fue la fuerza, precisamente, de sus conmilitones nazis y fascistas. La misma fuerza que le ha mantenido estos ochenta años, la mitad, a la vista, la mitad a la escondida. Lo que sí logró el farnquismo, después, con la fuerza y la represión cultural, fue adocenar a estos pueblos y sumirlos en un marasmo intelectual del que no se han recobrado. Para desgracia propia.

Tardaron dos meses y medio en comunicarnos el resultado del tumor extirpado, por laparoscopia, del ovario de mi hija. Finalmente le dieron la cita para darle el resultado. Cuando salió del médico inmediatamente llamó a casa para comunicar el contenido de la conversación con el ginecólogo. Estaba muy alegre y contenta.