Sobre este sujeto, Juan Guaidó, la gente se pronuncia, a favor o en contra, sin mayor conocimiento de su catadura moral y política. No es ya cuestión de su legitimidad para autocanizarse como presidente de un país. Ese asunto es imposible discutirlo, porque las pasiones parecen ocultar la realidad y el derecho. Las acusaciones de que este machango ha sido plantificado por el USAco Trump en Venezuela, para, simplemente, mamarse el petróleo venezolano, no admiten cuestionamiento alguno. Pero viene muy bien conocer los antecedentes del personaje. Y ahí luce valioso este texto  que señala Federico Aguilera Klink. La página uruguaya SE PUEDE y REBELIÓN publican esta nota de Pablo Pozzi que maneja documentados datos de los periodistas Dan Cohen y Max Blumenthal. Y la cuestión se aclara. Guaidó es un cachorro entrenado y financiado desde su más tierna juventud por las sentinas USA. Este patibulario individuo es el que los felones gobiernos sumisos al emperador Trump han reconocido. Fuerte vergüenza, fuertes sinvergüenzas.

Editorial del diario LA REPÚBLICA de hoy, domingo 27 de setiembre sobre la represión en Uruguay de la ocupación de oficinas por los estudiantes secundarios que demandaban -entre otras cuestiones específicas de su ámbito- el cumplimiento del 6% del PBI para educación en la discusión sobre el presupuesto. Culmina con una contraposición entre la teoría de los dos demonios y lo que hipotetizo como la teoría de los dos estúpidos.

Otra vez, Uruguay marcando el paso de la dignidad. Lean esta información de PÚBLICO y recuerden que eso de TISA es el equivalente del TTIP

Pepe. Esto es un presidente. ¿Viste, Paulino?

Revolución energética en Uruguay. El 84% de la electricidad es renovable. Fernando Sabaté, de la PX1NMEC, difunde esta refrescante, pero cabreante, información que publica SIN PERMISO. Refrescante, porque hay que alegrarse de los avances que se producen en el querido paisito, de la mano del veterano Pepe y su gente, gente de izquierda de verdad. Pero cabreante, porque no hay derecho que, por la desgracia de tipejos como Paulino, José Miguel o Soria -la derecha, ya saben- en Canarias, donde sin duda tenemos tantas condiciones o más que Uruguay para aprovechar las fuentes energéticas renovables, estemos como estamos, pagando miles de millones en fácturas por las contaminantes fósiles.

La angustia abrumadora por la agresión ultraliberal hace que algunas de las pocas buenas noticias que también ocurren en el mundo pasen inadvertidas. Pero lo que ha pasado en Uruguay, el paisito querido, es algo que debe comentarse, celebrarse, reflexionarse. En estos tiempos dominados por los ricos, para quienes el único valor respetable es el dinero, se tolera y se alienta el gigantesco negocio de la droga. Un negocio que es fuente de dolor, explotación humana y enfermedad, a la vez que genera descomunales cantidades de dinero que, refugiandose en los criminales paraísos fiscales, se une a los procedentes de los otros delitos para alimentar la especulación financiera. Por eso, la lucha contra el narcotráfico no es solamente una pelea por la salud sino también, en muy alto grado, una trinchera de resistencia contra la agresión de los de arriba. Y en esta batalla, como no, el Uruguay, con Pepe a la cabeza, da el primer paso. La legalización de la marihuana elimina uno de los factores esenciales del negocio de la droga. Porque protege al consumidor, lo controla y lo libra de la amenaza del narcotraficante.