Francisco Morote, de Attac Canarias, recomienda esta información y aporta el antetitular y las citas de Rusell y Guterres. Y yo, Chema Tante, añado que cada maña crece la repugnancia que siento hacia esa gente canalla que contempla impasible como aumenta la población y los sufrimientos, mientras sigue robando la riqueza que es de toda la Humanidad y permitiria que toda la Humanidad viviera con dignidad

Yo, Chema Tante, que soy un demócrata nacionalista independentista y creo que el Procés ha hecho lo que no le han dejado más remedio que hacer, para llamar la atención hacia el atenazamiento de la identidad y la forma de entender vida en Cataluña, también pienso que hay que intentar abrir la visión y aplicar otras perspectivas. Por eso me uno a la recomendación que hace Julián Ayala de este artículo zumbón, ácido, pero no falto de razón que publica Guillem Martínez en CTXT CONTEXTO Y ACCIÓN. Es obvio que el Procés tiene consecuencias no agradables. Pero no es menos cierto que hay riesgos que se deben correr. En mi opinión, la responsabilidad por el desarretamiento antidemocrático que practica el centralismo debe adjudicarse al centralismo.

El flamante alcalde de Granadilla, aupado por el genuflexo Cllavijo Ladrillo I, para chingarle un pizco la pavana a sus socias y socios psociatas, acaba de la largar -lo han escuchado mis ávidos oídos, en la SER, con Castañeda, Pomares y Bethencourt de testigos- una pardelera de mucho cuidado a los planes portuarios de su propio partido. Ha dicho, nada menos, que su partido (sigue siendo Cc, creo) en Granadilla olamente acepta una regasificadora off-shore, costa afuera.

Me dedica Ricardo Peytaví su furia desatada en EL DÍA. Por cierto que, contra toda norma de cortesía y ética, habla de mí y me cita sin incluir la fuente ni el enlace. Ellos son así. No admiten respuesta alguna, para poder decir lo que quieran, sin que nadie les contradiga. Y como no me identifica, lo enlazo aquí, para general conocimiento. Me encanta, sabrán, que este hombre se ponga así conmigo. Hay enemigos que honran. Y, sabiendo cómo se las gastan en las trincheras que él ocupa, no deja de ser una satisfacción esa peregrina referencia a las checas.