Derecho a la salud - por María Vacas Sentís
Nos cruzamos en pasillos, oficinas y comercios. Nos reconocemos con la misma cara malhumorada, intercambiándonos una mezcolanza de virus mutantes en hermandad catastrófica, expulsando a cada paso mil miasmas de esos cuerpos agujeteados por tantas jornadas de tos productiva o improductiva.