La máxima dirigente de la formación morada espera que “vuelvan a la política del sentido común y dejen de lado las políticas de derechas de Coalición Canaria y el Partido Popular”.
“La historia se repite dos veces: primero como tragedia y después como farsa”. Y si no, que se lo digan a Pedro Quevedo, diputado estatal por Nueva Canarias, al que, según parece, no deja de aparecérsele el fantasma político de José Carlos Mauricio.
Estoy lleno de contradicciones, yo mismo no me entiendo, ya no sé a qué izquierda pertenezco. Ya no sé si soy un “comunista a la antigua usanza que añora la clandestinidad”, porque echo de menos la solidaridad, el compañerismo y la camaradería o me he vuelto, con los años, un sentimental.
Se suceden los estudios que demuestran la victoria total de la insidia neoliberal que busca reservar la educación para las clases altas. Esta vez, nos lo señala Antonio Aguado, le toca el turno a Sofía Pérez Mendoza y Raúl Sánchez que, en EL DIARIO, analizan el informe anual elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa sobre indicadores de Educación 2016. En un circulo vicioso diabólico, las chicas y los chicos de las familias con bajo nivel educativo registran los peores índices de escolaridad. Se me dirá que esto tiene un triste componente de lógica. Pero era precisamente la rotura de esta lógica lo que permitiría la redención cultural y formativa de las clases populares. Algo que, desde luego, la gente rica no puede permitir. La liberación popular vendrá por la educación. Y el neoliberalismo lo sabe.
Lucía Villa, en este reportaje en PÚBLICO que recomienda Antonio Aguado, se refiere a la tremenda distancia que separa a los estados británico y español en cuanto a implantación de energía solar. Y como Lucía no cita la vergüenza canaria en este campo, yo Chema Tante, recuerdo que en Canarias, territorio donde los haya favorecido por su exposición al sol, el avance en este campo es cero. Cero absoluto. Y eso, por mucho que el genuflexo Clavijo y el comisario de las empresas en su gobierno, Ortega, aleguen sobre su voluntad de promover energías limpias. Porque el negocio está en el gas, y eso es lo que les preocupa a esta pareja al servicio de las empresamangantes, con la complicidad aleve del partido llamado socialista y la dicharachera Patricia. Por cierto. Lo que no olvida Lucía Villa en su magnífico trabajo, es recordar que las renovables se confirman como la energía más barata. ¿Cómo quedan las patujadas proferidas por los defensores del gas?
Un artículo de Irene Castro, señalado en EL DIARIO por Antonio Aguado, que certifica con datos y declaraciones, la voluntad del partido español que traiciona cada día las nobles siglas de obrero y socialista, de entronizar al partido que usurpa el venerado calificativo de popular. En efecto. No hay duda de que el PsoE no tiene la menor intención de reconocer el resultado mayoritario de la izquierda y se propone seguir el mandato superior del mando económico, de cerrar el paso a Unid@s Podemos. Contraviniendo, insisto, el mandato de las urnas. Una realidad evidente, que debería hacer reflesionar a tanta persona votante honesta del Partido español poco socialista y menos obrero. Que piensen estas buenas gentes que el voto al PsoE es un voto directo a Rahoy y Rivera. Escalofriante perspectiva.
Antón Losada comenta la reanudación tan afectiva de relaciones entre Pedro y Pablo, dos tipos que, como dice Antón, son más parecidos de lo que querrían reconocer y, sobre todo, tienen las mismas necesidades coyunturales. Todo indica que están condenados a entenderse. El problema es que para ello, tiene que dejar entrar a otra gente. El artículo de Losada en EL DIARIO lo recomienda Antonio Aguado
Vean en EL ECONOMISTA o en JAQUE AL NEOLIBERALISMO, este directo artículo de Vicente Nieves, recomendado por Francisco Morote, de ATTAC Canarias, en el que se aportan nuevas pruebas de que el pretendido éxito de las medidas austeritarias del Pp rajoyano son una monumental mentira, que el cacareado crecimiento del empleo, que ni siquiera alcanza las cotas del arranque del gobierno ppero, no es más que una situación de trabajo precario. En el estado español, con un paro descomunal, casi una cuarta parte de la población que trabaja, lo hace en condiciones de contrato temporal.
