Isabel Lusarreta en LA VOZ DE LANZAROTE reporta sobre la sentencia que ordena al fin tumbar el Lanzarote Arena. Lo señala Irma Ferrer, que califica el asunto como "notición". Y yo, Chema Tante, digo que, en efecto, notición es. Aunque, viendo el indecente cinismo conque algunos municipios desprecian y desacatan sentencia, yo expongo mi escepticismo. Cuando vea por los suelos este monumento a la irracionalidad urbanística y la inseguridad jurídica, me lo creeré, Y, aun entonces, seguiré preguntando quien compensa a la gente el arrebato de sus derechos que perpetró el cacicato.
Alfonso C. Suárez en VOZ PÓPULI informa sobre el aviso de las encuestas sobre la caída de la izquierda real, de Unidas Podemos y la sedicente, del PSOE. Lo señala y comenta Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista
Mario Ortega en LA VOZ DEL SUR se atiene a los hechos, para declarar que el Tribunal Constitucional interpreta la Constitución, no desde la conciencia de sus integrantes, sino desde el fanatismo ideológico. Y yo, Chema Tante, insisto en cuatro puntos, Que los órganos cuyos mandatos se agotan, no pueden seguir funcionando. Que es preciso racionalizar el procedimiento de nombramiento de los integrantes de esos órganos. Que no es aceptable que las decisiones se tomen por un órgano que no está completo. Y que, en materias de tanta entidad como los que examinan esos órganos, las decisiones no pueden ser aprobadas por mayoría simple.
Alberto Sierra en VOZ PÓPULI comenta las apetencias económicas de Marruecos. Y yo, Chema Tante, tego que recordar que esa es la única razón de todo, absolutamente todo lo que hace el gobierno y el rey tirano de Marruecos, que e4s lo mismo. A Mohamed VI lo único que le mueve es el dinero que pueda recibir su país. Un dinero que él, el rey, cree que es suyo y de nadie más. Y en esto, tanto la Unión Europea, como los gobiernos de los estados que la forman, con el del estado español en primer lugar, tienen mucha responsabilidad, porque le dan el dinero y se desentienden del destino que el rey marroquí decide. Y el destino, es su propia riqueza.