Quizás en el año 2001 el alcalde Soria fue el precursor de los bolardos siguiendo la iniciativa del alcalde Gallardón en Madrid
Si los bolardos fueran determinantes para no aparcar o invadir las aceras, ¿podrían no estar previstos ni siquiera nombrados en los textos legales de Tráfico y Seguridad Vial? Una hilera de bolardos es una barrera física ilegal y procede de inmediato la eliminación de tantas y tantas ilegales que nunca se debieron consentir.
Al Sr. General de la Guardia Civil ya le recordamos que los bordillos en las aceras de la calle Alicante pintados de color amarillo son incompatibles, juntamente, con la raya continua blanca y, en todo caso, en las entradas de edificios públicos como los Cuarteles de la Guardia Civil y del Frontex
Veamos algo del historial político de Cardona. Comenzó siendo concejal de Urbanismo con el alcalde Soria, hace unos diez años, precursor de los bolardos ilegales como el fiscal Gallardón en Madrid, invadió con miles la capital y en la campaña electoral anterior prometió eliminar barreras físicas, hileras de bolardos, para hacer mejor accesible la capital, en favor de los ciudadanos, sobre todo de invidentes y discapacitados, fue totalmente incumplido en su mandato.
Los bolardos son ilegales, no previstos en los textos legales de Tráfico y Seguridad Vial para no aparcar o invadir los espacios públicos, obstáculos físicos prohibidos toda la vida en dichos espacios, son propios de una ciudad inculta y sin ley donde se instalan hasta en los semáforos y pasos de peatones
Gallardón durante los años de su mandato quiso cambiarlo todo, la ley del aborto, el Registro Civil, panorámica de Madrid, hasta llenando de bolardos numerosas calles de la capital con miles y miles de obstáculos físicos de hierro que son los bolardos, prohibidos toda la vida en los espacios públicos muy antes del 'invento' de los bolardos, que no permiten la libre movilidad de las personas y, sobre todo, un abuso y desprecio a los invidentes y discapacitados.
Carta enviada a Ruíz-Gallardón hace seis años. Publicada de nuevo en ABC antes de la sonada dimisión
En 2011 los bolardos en Madrid superaron el medio millón y la alcaldesa Botella ha seguido siendo partidaria y protectora de los bolardos.
¿Cómo es posible que la Defensora del Pueblo, doña Soledad Becerril, lleva retenido dos años un escrito al Ministro del Interior titulado "Que los bolardos no sigan invadiendo las ciudades"? ¿Ha perdido el sentido de la responsabilidad?
Curioso caso de la Defensora del Pueblo que denuncia ante el Fiscal por desobediencia al Gobierno de Canarias y al Ayuntamiento de Teguise de Lanzarote, idéntico delito de desobediencia de la Defensora que tiene retenido desde 2012, casi dos años, un escrito al Ministro del Interior, contra la invasión de bolardos ilegales