EQUO reclama que se reactive el Plan Nacional sobre el SIDA 

Canarias, 28 de junio de 2012.-  Para EQUO la situación de “suspensión” del Plan Nacional sobre el SIDA en la que nos encontramos actualmente está dejando sin coordinación, liderazgo y presupuesto a las ONGs y Comunidades Autónomas. 

Con motivo de la semana del Orgullo y coincidiendo con las reivindicaciones en este sentido de los colectivos LGTB, EQUO ha advertido que eliminar, y no seguir apostando por este Plan, es poner en peligro el trabajo que se lleva efectuando desde hace años y que ha permitido, en nuestro país, controlar esta la epidemia. Un paso atrás en esta lucha podría tener consecuencias muy graves.

En ese sentido para EQUO el Partido Popular está recortando sin aplicar el más mínimo sentido común y de forma injusta y arbitraria. La cancelación de los programas de prevención tendrá como consecuencias un aumento de los contagios, especialmente entre las y los jóvenes y esto a su vez impactará en los gatos de los tratamientos. “Ahorrar” en prevención es condenar a la población a estar indefensos ante el SIDA y no ahorra ni un céntimo a las arcas públicas, sino todo lo contrario. 

En este sentido EQUO ha criticado con dureza la decisión de dejar sin tarjeta sanitaria a las personas que no están en situación regular en España. Esto implica, ha recordado EQUO, que las personas inmigrantes en situación irregular que padecen afecciones graves -como VIH/sida, hepatitis o cáncer- dejarán de recibir atención y tratamiento para sus enfermedades, lo cual es absolutamente inhumano y atenta contra los Derechos fundamentales.

Por todo esto, EQUO ha solicitado al gobierno que cumpla con los compromisos internacionales que ha asumido el ejecutivo español ante organismos como el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), la Asamblea General de Naciones Unidas (UNGASS), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o el Parlamento Europeo (PE), para garantizar los programas de VIH.

El Plan Nacional Sobre el SIDA se creó en 1987 para impulsar planes de intervención sobre la infección coordinando no solo a las autoridades médicas sino también a las ONGs que estaban en contacto con las poblaciones más vulnerables y podían realizar una intervención directa.