Homenaje de los Poetas de la Tierra a Berta Cáceres
Los líderes indígenas, la iglesia de los pobres y la teología de la liberación
Homenaje de los Poetas de la Tierra a Berta Cáceres
Por el Amor del Cristo Hombre
Berta, Tuya es la Voz de la Tierra
Los líderes indígenas, la iglesia de los pobres y la teología de la liberación
Homenaje de los Poetas de la Tierra a Berta Cáceres
Por el Amor del Cristo Hombre
Berta, Tuya es la Voz de la Tierra
Berta y el Papa Francisco
Estimo grotesca la parafernalia, practicas sexistas-machistas, mafiosas y serviles, cuando no criminales y antidemocráticas de la “Santa Madre Iglesia”. Ello no me impide reconocer que mi cultura de base es la cristiana y no reniego de su esencia, que me identifico con el maestro de la parábola, y defiendo el nombre y la memoria sagrada del CRISTO HOMBRE. Pero deje de creer en el cristo dios, en mi adolescencia, que no lo necesito como dios ni me interesa lo más mínimo, y no ejerzo de anticlerical que tengo a gala el respetar las costumbres y creencias religiosas de cada pueblo y de cada cual.
Pero considero qué, Dios, los dioses, no importa de cual se trata, son todos ellos sin ninguna distinción; el PODER, la Razón y la LEY del más fuerte, son ellos, los que exigen la mayor entrega y sacrificios a los humanos. Y les perdonan sus pecados y sus Crímenes de Lesa Humanidad a quienes les compran, y utilizan la cruz y las espadas de fortuna. Dios y la Iglesia cuando no apoyan directa y abiertamente el Poder de Don Dinero, justifican y perdonan, los delitos y las guerras preventivas, el saqueo autorizado, la violación y el genocidio perpetrado contra los hijos e hijas de los pueblos y la madre Tierra, si lo realizan los elegidos por dios, y en el nombre de su Dios y a su máximo beneficio, PODER y Gloria.
Admiro y defiendo cuanto a representado y representa en Latinoamérica la Teología de la Liberación y la iglesia de los pobres, desde Camilo Torres y Élder Câmara, Óscar Romero, Ignacio Ellacuria y Juan José Gerardi, los que murieron para renacer y seguir siendo entre los vivos; Ernesto Cardenal y Gustavo Gutiérrez, Jon Sobrino y Leonardo Boff, la luz que alumbra el despertar y la liberación de sus pueblos. Y me da urticaria y nauseas solo el hecho de nombrar a la iglesia oficial, la iglesia cómplice de los ricos que ampara y adora a los cerdos inmundos forrados de oro, la iglesia vendida a las multinacionales de la soja y de la ganadería extensiva que deforestan los bosques y las selvas apoderándose del agua y de las tierras ancestrales de los pueblos originarios, sin pestañear un segundo sus pistoleros a sueldo a la hora de matar impunemente a quienes para defender su habitad natural y sus derechos pacíficamente osan levantar la mirada y tomar la palabra, la iglesia de los ladrones de vidas, del agua y la tierra, es la puta iglesia de los obispos y cardenales banales y venales, es la impúdica Curia Romana que mata los sueños, y encubre y bendice a los violadores y asesinos de las rosas y de los colibrís.
Sobre el sorprendente y sin par Papa Francisco, por el momento, escucho sus palabras con suma atención, observo sus gestos y analizo sus actos, desde mi más sincero y profundo respeto y le agradezco de todo corazón su apoyo decidido a la justa y noble causa de los pueblos originarios en su reciente viaje al auténtico México y su firme condena del asesinato de Berta Cáceres pidiendo que se haga cuanto es necesario y debido para esclarecer tan horrendo crimen.
Se equivocaron los hijos de la hierba mala, no podían ver que al hacer caer a Berta Cáceres le darían el impulso para levantarse y volver siendo millones al unir su nombre, su sangre y su voz, a la de Atahualpa Yupanqui y Violeta Parra, de César Vallejo y Mario Benedetti, de José Martí y ANACAONA. Berta es hoy la voz telúrica de los volcanes, es la dulce lluvia y los ríos que riegan la Madre TIERRA; es la luz rediviva de sus ancestros Pelantaru y Túpac Amaru, Cuauhtémoc y Zapata, Bartolina Sisa y Dolores Cacaungo unidos en el espíritu Pachakuti de los Pueblos originarios, el nuevo despertar de los hijos de la Pachamama y el Tata Inti
I
POR EL AMOR DEL CRISTO-HOMBRE
Sin dioses, el trabajo necesario
Sería el gozo de la creatividad,
Serían la bondad y la tolerancia
Normas de conducta universal.
Sin iglesias, sin dogmas
Las parábolas, la vida
Y la muerte de Cristo,
Es el amor y la libertad.
Sin iglesias, sin dogmas
Los depositarios del fuego,
Los guardianes del templo
Y de la silla de San Pedro,
Los usurpadores del verbo,
Se quedarían sin bragas,
Sin armas ni argumentos
Desnudos ante el espejo.
Ignorando que la muerte
Nunca matará a la poesía
Ni a la madre del hombre
Fuente del amor y la vida.
Ignorando que la muerte
No acaba con la memoria
Ni puede con la palabra
Que nos ilumina la senda.
Ignorando que la muerte
No podrá con la semilla
De quién nos lo dio todo,
Sin pedir ni esperar nada.
Que no muere ni morirá,
Quien conoce las huellas
De las llamas y los linces
De los pumas y bisontes.
No ha muerto ni morirá
Nuestra hija, hermana
Y madre, Berta Cáceres,
Que volverá y seremos
Millones, los hijos de TÚ
Fértil y luminoso vientre
Unidos en la defensa
Del agua límpida del río.
Millones luchando unidos
Los hijos del sol y del mar,
De Berta y Cristo-hombre
Para ser la luz del mundo.
II
Berta, Tuya es la Voz de la Tierra
Berta vivirá mientras nade
Un pez y un niño en el río,
Vuele la mariposa azul
Y el colibrí esmeralda,
Y florezca la orquídea,
En la selva de Honduras.
Ni la sombra de la codicia
Ni el brazo sucio y asesino
No enterrará la bravía voz
Y la larga vida del pueblo
Lenca que levanta el vuelo
Y va más lejos con Berta.
Por tu humana sonrisa
Y la luz azul esmeralda
Que emanaba tu mirada.
Hoy nos juramentamos
Los Poetas de la Tierra
Para honrar tu memoria,
Nuestra voz ya es tuya,
Seguimos y seguiremos
Las huellas de tu lucha,
Recorriendo los cauces
Naturales de los ríos
Tras la senda del puma.
Mientras en el azul del cielo
Haya nubes y sople el viento,
Caiga la lluvia sobre la hierba
Vuelen y aniden los pájaros,
Salten los delfines en el mar
Y bailen las ballenas azules,
TÚ, Berta, serás LA SEMILLA
Serás la hija del sol y la tierra,
La madre del viento y la lluvia
Serás la fuente eterna de vida
Y de la sabiduría ancestral,
La voz alada del pueblo Lenca.
LAS HIJAS DEL MAÍZ
Ama a su tierra la mujer que nace
Y pare a sus hijos sobre la hierba.
Y nadie como la hija del cedro,
La palmera, la caoba y el maíz,
Para amarte y darte la vida.
LA LECHE DE MAÍZ
Y cuando
Ya no le quede nada
A la madre de Chiapas,
Honduras y Guatemala,
Le quedarán las manos,
La sangre y el corazón,
Le quedarán los besos
Y la leche de maíz
En el pecho.
EL SABOR DE UN BESO
Y cuando
Ya no le quede nada
A la niña de Chiapas,
Honduras y Guatemala,
Le quedará el sueño
Y el agua del cielo,
Le quedará el aire,
Una tortita de maíz,
El amor y sabor
De un beso.
Olivier Herrera Marin
Presidente POETAP
Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía
Email : [email protected]