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lunes, 29 de abril de 2024 20:30h.

La abstención, al servicio del PPSOE y el fascismo

La lacra de la abstención - MOVIMIENTO UPC UNIDAD DEL PUEBLO CANARIO

UPC

La lacra de la abstención - MOVIMIENTO UPC UNIDAD DEL PUEBLO CANARIO 

Movimiento por la Unidad, Descolonización e Independencia del Pueblo Canario (Movimiento UPC). El próximo 23 de julio de 2023 se han convocado elecciones a cortes generales en el Estado español al que, desdichadamente, aún pertenece la Nación, sin Estado, Canarias como posesión colonial española en el Noroeste de África, siendo lo más destacado de la campaña, por lo menos hasta el momento, los desesperados intentos del PPSOE por perpetuar el bipartidismo reinante, nunca mejor dicho, desde que el antepenúltimo dictador, Juan Carlos primero de España y nada de Canarias, firmara el primer decreto de convocatoria electoral.

El bipartidismo, brazo político de la plutocracia coronada. La plutocracia es una definición de la Grecia clásica mediante cuya denominación designaban al gobierno de los poderosos y que el compatriota Víctor Ramírez señaló, acertadamente, al referirse al gobierno de España, como una plutocracia coronada o borbonato, presidido ininterrumpidamente por el PPSOE, el cual ahora trata de amedrentar a los electores y electoras con el fantasma de Vox, organización fascista sostenida por la gran banca y el complejo industrial-militar. Son los responsables del desprecio de la ciudadanía a la política en general y los políticos en particular.

La abstención, al servicio del PPSOE y el fascismo. En las elecciones generales del año 2019 el PPSOE obtuvo 11.839.239 votos (6.792.199 el PSOE y 5.047.040 el PP), mientras que la abstención ascendió a 12.839.664, lo que supone el 33.77 por ciento del censo electoral, muy por encima de lo que obtuvieron ambos partidos conjuntamente, lo que supuso, según el obsoleto y arcaico reparto de la Ley D’Hondt del siglo diecinueve (XIX), que el PPSOE obtuviera 209 escaños (120 el PSOE y 89 el PP).

Supongamos, a efectos pedagógicos, que la abstención, en vez de ascender al 33.77 hubiese sido la mitad, o sea, 16.88 por ciento, aun alta, pues se hubieran abstenido 6.246.832 de personas, pero en este supuesto el PSOE hubiera obtenido 77 escaños en vez de 120, el PP 57 en lugar de 89 y Vox 41, once menos de los 52 que le adjudicó la tramposa ley. Por lo tanto, la abstención favorece a los partidos mayoritarios, que lo saben y por eso la potencian, no siendo casualidad que las elecciones pasaran de celebrarse los días laborales a los domingos, ni que en el año 2011 el patético Zapatero, loado por la izquierda españolista, recurriera a los antidemocráticos avales electorales para los partidos que se presentan por primera vez o no hubieran obtenido representación electoral en la convocatoria anterior, todo ello en detrimento de la participación electoral (Téngase en cuenta que una agrupación de lectores que quiera presentarse a las elecciones de la plutocracia coronada tiene que conseguir el 1 por ciento de los avales del censo electoral en cada circunscripción electoral -provincia-en la que quiera presentarse).

El voto nulo. A lo largo de la historia y dependiendo de la tradición y situación de cada país, el rebelde voto nulo ha sido incluso la bandera de lucha de muchas propuestas políticas o como medio de protesta por algunos ciudadanos que no creen en el régimen político o en el sistema electoral que se encuentra vigente en un país, o bien porque no se sienten representados por ninguna de las opciones electorales que se les ofrecen. Típicamente se concreta incluyendo papeletas con logos no registrados en la elección, caricaturas, rodajas de chorizo, etc., que expresan una posición política. Si bien, como un acto individual, el voto nulo no tiene mayor influencia, sí la tiene cuando se convierte en un acto de masas, y representa la rebeldía e inconformidad social de las personas de un pueblo con sus gobernantes. En este sentido, el voto nulo adquiere otro significado, ya que realmente no lo hace nulo, se suma al grueso de los votos en esta situación, manifestando un rechazo social hacia los gobernantes. Se manifiesta como una nueva forma de protesta pacífica para, de esta manera, provocar un cambio en la forma de gobierno y es regularmente un previo aviso ante la posibilidad de un estallido social. Actualmente, y desde el año 2011 en el que el inclito Zapatero, de triste recuerdo, instauró los avales electorales para reducir la participación de los ciudadanos y ciudadanas, el Movimiento UPC lidera, a nivel mundial, esta revolucionaria propuesta política que está dando al traste con numerosos regímenes colonialistas y antidemocráticos.

Votaremos nulo. Fíjate que no tiene nada que ver con la reaccionaria abstención, dado que, como hemos argumentado previamente, la abstención favorece al fascismo y la extrema derecha. Votar nulo consiste en ir a votar e introducir en los sobres un recorte del logotipo del Movimiento UPC, que incluye la única consigna libertaria en una colonia: DESCOLONIZACIÓN e INDEPENDENCIA, así como la máxima YO VOTO POR LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA FEDERAL CANARIA o un papel diseñado por ti en el que escribes lo que creas conveniente. Solicitamos a todas y todos los anticolonialistas y demócratas del Estado español que voten nulo en apoyo de nuestros justos, legítimos y democráticos derechos.

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mancheta junio 23