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viernes, 19 de abril de 2024 09:55h.

Las necesidades concretas del Proyecto La casa de mi tía

Me sugiere un buen amigo que, ante mi petición de ayuda, concrete cuáles son las necesidades del proyecto de este medio. Y eso hago. Las necesidades concretas de La casa de mi tía son las que se derivan de su deseo de sobrevivir y de cumplir su vocación de crecimiento...

La casa de mi tía ha cumplido cuatro años de vida, con los siguientes recursos: tres anticuados ordenadores -dos fijos y uno portáti-, una linea ADSL doméstica, un modem móvil USB, la conexión a un servidor barato, utilizando una plantilla standar poco adaptada a las características de edición y la dedicación, una media de ocho horas diarias, única y exclusiva, de Chema Tante, todos los días de estos cuatro años, sin más fallas que las obligadas por causas de fuerza mayor. En estos cuatro años, La casa de mi tía se ha editado desde diversos puntos del archipiélago y también desde tres continentes a los que el chico para todo del medio ha tenido que desplazarse.

En este momento, Chema Tante se encuentra en las profundidades de la isla de La Palma, con el portátil bloqueado, por motivos ignorados y tiene que editar el medio desde un ciber  público en Los Llanos, a veintitantos kilómetros

Pero este es un episodio más de las muchas dificultades que la penuria económica origina con demasiada frecuencia a la edición del medio. Por eso se pide auxilio, para disponer de los medios técnicos imprescindibles que permitan llevar adelante la publicación en condiciones más operativas y regulares y, también, para retribuir de alguna manera la dedicación personal. El proyecto contempla, además, la posibilidad de ampliar su plantilla, para lo que se necesita, sin remedio, de disponibilidad económica.

Todo esto, para sostener un medio que se ha planteado la defensa, no retórica, sino efectiva, del derecho a la información veraz y a la libertad de expresión. La casa de mi tía publica todo cuanto recibe y encuentra que tenga interés y repercusión sobre todo el archipiélago. Todas las notas de prensa de alcance nacional canario y todos los artículos que le remiten, sin más condición que las establecidas por la ley y el buen gusto.

La casa de mi tía lucha con todas sus fuerzas para oponerse a la manipulación de los medios por parte de los poderes económicos. Y esto lo hace sin ningún espíritu de competencia, reproduciendo contenidos y referenciando enlaces con cuidado escrupuloso de citar las fuentes, generando de esa manera tráfico para los otros digitales.

Para cumplir con este trabajo, La casa de mi tía no recibe ni espera absolutamente ninguna ayuda económica, ni siquiera de las organizaciones o entidades que le envían habitualmente sus textos.

Y la fórmula de La casa de mi tía cumple cabalmente con su función, como demuestran las doscientas mil visitas que recibe mensualmente y el encontrarse a la cabeza de los medios alternativos canarios, cosa que puede comprobar cualquiera que consulte el ranking de impacto que publica todos los días ALEXA, en su sitio http://www.alexa.com

Por ello, La casa de mi tía apela a la colaboración económica de quienes puedan hacerlo y quieran defender la libertad de expresión y el derecho a la información veraz, así como a la protección de la cultura canaria. Una colaboración que no tiene que ser ni mucho menos alta. Basta con una mínima aportación periódica, uno, dos, cinco, diez, veinte euros a lo sumo. Si solamente una parte -la que puede hacerlo- de las diez mil personas que visitan por lo menos una vez a la semana La casa de mi tía hiciera una pequeña aportación mensual, el medio podría cumplir con eficacia la misión que se ha impuesto.

De otra manera, tarde o temprano, La casa de mi tía tendrá que cerrar. No por falta de ganas, sino por falta de medios.