Reivindicamos el Socialismo - ALTERNATIVA SOCIALISTA
Resolución política aprobada por el Comité Federal Alternativa Socialista (AS)
Reivindicamos el Socialismo - AKTERNATIVA SOCIALISTA
Resolución política aprobada por el Comité Federal Alternativa Socialista (AS)
Como ante todo cruce de caminos, que representa el momento previo a los grandes cambios históricos, cabe sentarse a esperar a ver qué pasa, o por el contrario examinar la situación tomando las medidas políticas y organizativas necesarias.
Reflexión política colectiva que debe conducir a la toma de decisiones e iniciativas que pasan por recuperar el socialismo como partido.
1.-Breve introducción histórica
Ocho largos años de crisis internacional del capital han minado en profundidad todas las relaciones políticas y sociales, cuestionando las formas de poder que parecían gozar de cierta estabilidad. El curso de los acontecimientos políticos en nuestro país ha sido el de todo un largo proceso de descomposición de todas las formas de poder, del conjunto de los modos de dominación establecidas mediante el consenso derecha-izquierda impuesto a la muerte del dictador. Descomposición en la que debemos subrayar algunos momentos de los últimos años, que son hechos jalón del proceso, como el que representó el golpe de Zapatero, quien reformando de urgencia la constitución de acuerdo con el PP, estableció un giro que fue más allá de la mera garantía de pago de los acreedores internacionales frente a las demandas sociales . Proceso que se aceleró desde la cumbre del poder con el movimiento de relevo no democrático efectuado en la jefatura del estado y, que ahora toma la forma de bloqueo político e institucional que se traduce en lo inmediato en el desgobierno y en la inestabilidad que conlleva la falta de pacto que permita la investidura de un candidato a la presidencia del gobierno. Con ello apreciamos en primer término como la movilización social frente la crisis económica y social ha revelado y provocado una honda crisis política de dominación y de representación de hondo calado. La corrupción galopante, tanto en el PSOE como de forma muy especial en el PP es de naturaleza institucional, que tiene su punto de partida de las formas y maneras de las altas instituciones del estado, corrupción que también domina la relación iglesia estado. Los principales partidos del consenso están siendo calificados por los fiscales en los sumarios como organizaciones criminales. Y es que la crisis, que ha reventado los controles del régimen, y dislocado las relaciones económicas y sociales ha abierto también las puertas a cambios de fondo.
El régimen del 78, constituido a la muerte del dictador para mediatizar y controlar la democracia y la vuelta a las instituciones republicanas del 31, se amaso en oposición a la movilización popular antifranquista, estableciendo un conjunto de controles pactados, formalmente organizados y establecidos por la oligarquía financiera con la complicidad de las direcciones de las izquierdas, y muy en particular con el compromiso/complicidad de los principales dirigentes del PSOE y del PCE de la época. Lo que se ha entendido por “felipismo”, no es sino una especie de cesarismo populista fomentado por los medios de comunicación costeados por el régimen, tendente a hacer pasar la impunidad y el continuismo político e institucional de la dictadura, y el poder económico constituido en torno a las familias franquistas como un nuevo sistema democrático. Lo que no fue estructuralmente sino la prolongación de los intereses e instituciones centrales del franquismo con ciertas reformas de fachada, que se glorificó por unos y otros frente a la necesaria ruptura democrática. La transición del franquismo al franquismo coronado, a lo que lo llamaban democracia hasta que se llenaron las calles y las plazas de indignados diciendo aquello de: “lo llaman democracia y no lo es”, debe tener su punto y final.
Los partidos y sindicatos fundados desde la independencia política de los trabajadores hace ya más de cien años, organizaciones que les constituyeron como clase, pasaron a ser bajo los pactos y leyes del régimen del 78 instrumentos dóciles al servicio de la explotación contra los trabajadores; asumiendo sus dirigentes la razón estado vía financiación pública de estos entes privados de la sociedad civil. Los gobiernos del” felipismo” que han sido centrales en la configuración del régimen y de sus alianzas internacionales partieron del control dictatorial del PSOE para desde él reformar la fachada del estado con ciertas concesiones puntuales a la población. Posteriormente dicho poder oligárquico accedió como imperialismo de tercera al dominio mundial de las instituciones económicas y políticas de los amos del mundo globalizado, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, y ello se materializó mediante la adhesión del estado español tanto a la OTAN como a la Unión Europea.
Los prohombres del “felipismo” son reconocidos más como hombres de estado y carlomagnos de la Europa de los capitales que como dirigentes socialistas, y muchos de ellos han sido han compartido tanto poder que ya andan procesados por corrupción. Romper con sus políticas de colaboración con el estado y con lo que suponen esos personajes es fundamental para el surgimiento de un socialismo de verdad. El “socialismo” adaptado a la gestión del estado capitalista constituye una corriente que solo busca destruir el socialismo como movimiento emancipador de las trabajadoras y trabajadores.
La soberanía política y económica, del país de países que es España, quedó de esa manera por la gestión oportunista de los hombres de estado secuestrada y sometida al el proceso de globalización, tendente a la sumisión evidente a los intereses fundamentales de las instituciones del capital financiero internacional representadas en Europa por la Troika. Y de aquellas aguas estos lodos.
2.-La crisis política y el desgobierno alimenta la movilización e invita a la reorganización social y política
Los resultados tanto numéricos como políticos de las elecciones del 20 D son la expresión concentrada y deformada, al mismo tiempo, de esta profunda crisis política de dominación, que se combina con la crisis de representación. El empate técnico en representantes entre la derecha y la izquierda oficial, que dificulta los pactos para la formación de gobierno viene a cristalizar sobre todo el profundo desgaste del PSOE como partido fiel a la razón de estado .La contradicción que se ha vivido desde hace décadas en el seno del PSOE , entre su cúpula de dirigentes socioliberales y sus bases, desde el consenso establecido con los herederos de Franco ha conocido diferentes cursos liquidadores con falsos liderazgos que en definitiva han conducido al divorcio histórico con sus militantes y votantes. Divorcio del que P. Sánchez es un actor activo de las políticas oficiales frente a las soluciones democráticas y socialistas.
Las fuerzas nacionalistas catalanas en particular que tienen hoy en sus manos la llave del desempate técnico de los resultados de las últimas elecciones, por ello ponen como condición de su voto para las investidura de un candidato a la presidencia del gobierno el acuerdo que permita la convocatoria de un referéndum que legitime el inicio de un plan de gobiernos independentistas en las nacionalidades históricas .Lo que agrava la dominación política e institucional en todas sus formas. La llamada federalista de la cúpula del PSOE establecida en el congreso de Granada es pura retórica porque su federalismo no es sino la defensa incondicional de la monarquía y la negación del mandato popular democrático. Esta situación política que caracterizamos de dislocación de las instituciones del régimen, que se ha descrito como de bloqueo político e institucional del régimen del 78, es el de los Pactos de la Moncloa y el de la aceptación de la herencia franquista de la monarquía que llega a su fin.
El consenso de una democracia formal y vigilada, impuesto durante casi cuatro décadas ha sufrido los avatares de la lucha de clases y se ha convertido de un gran éxito político en un auténtico callejón sin salida. Las políticas de austeridad, de deuda pública y de guerra, que aún se sostienen con el consenso concitan la oposición de la mayoría social, sin que esta tenga expresión política adecuada. E
De la crisis política en la forma que se expresa, como crisis integral y global, los medios de comunicación, y los mismos partidos oficiales esconden los problemas de hondo calado institucional, obviando que la clave de bóveda del estado que es la monarquía así como su poder irresponsable en la jefatura del estado está ampliamente cuestionada de hecho por la mayoría que la señala como centro de la dislocación política y de la corrupción institucional. Cuestionada la monarquía también por las exigencias nacionalistas, y sobre todo por las mismas demandas democráticas y soberanas de un verdadero proceso constituyente democrático y por tanto republicano que acabe con las relaciones viciadas del régimen del 78. La necesidad de un proceso democrático de abajo a arriba que ponga término al sometimiento de los partidos y sindicatos a la razón de estado y por ende a las instituciones del imperialismo es un sentimiento muy extendido a partir del carrusel de la corrupción de políticos y sindicalistas.
Las relaciones de mutua complicidad entre la oligarquía en el poder y la dirección del PSOE, durante casi cuatro décadas, han sido desveladas por la crisis, lo que ha creado un descrédito creciente y una desafección del electorado de izquierdas, generando un verdadero vacío político de representación del socialismo español. Vacío que en las últimas elecciones se cubrió de forma aparente y artificial con nuevas expresiones impulsadas con métodos de política espectáculo. Expresiones electorales portadores de políticas de tipo populista que no responden, ni de lejos, a las exigencias del mandato político democrático , de cambio de verdad que es lo que demanda la mayoría social de los trabajadores y los pueblos. La mayoría social exige una nueva representación política fiel a sus intereses y aspiraciones, y no admite sucedáneos. Esta demanda es una verdadera invitación a hacer valer el socialismo como movimiento emancipador de las clases populares y trabajadoras y de sus organizaciones, como alternativa y como solución de los problemas democráticos, institucionales y de gobierno. Lo cual pasa por comenzar poniendo en valor las tradiciones sociales de la democracia, el mandato y el programa del el movimiento socialista. Por ello la necesaria reorganización democrática en el movimiento obrero socialista y en la sociedad. En definitiva las políticas socialistas independientes del estado y del imperialismo son el nuevo eje sobre el que pueden y deben articularse las políticas necesarias de cambio de la sociedad del siglo veintiuno.
3.-Promovamos una nueva representación política
La solución en positivo de la crisis política e institucional, tal y como la conocemos exige la reorganización de fuerzas, la modificación de relaciones, las alianzas que permitan una nueva representación política sobre el eje del socialismo independiente del estado. [email protected] socialistas no oficiales que constituyen la tradición política obrera fundamental de nuestro país pueden rescatar el socialismo. Lo que se constituye ahora en una verdadera invitación a repensar nuestra acción y propuestas para salir de la marginalidad y ocupar el lugar que corresponde a las soluciones democráticas y socialistas que debemos representar. No se trata ahora tanto de pensar en posibles candidaturas socialistas y/o en alianzas diversas que fomenten candidaturas ante unas próximas elecciones para el mes de junio, si es que no consiguen investir a alguien como presidente de la corona, se trata de repensar y discutir de las condiciones políticas y organizativas que hay que conquistar, entre todos, para poder promover dichas candidaturas, como instrumento político para la acción socialista.
Necesitamos para ser capaces de emprender esta nueva etapa un cambio de actitud política que acabe con el objetivismo, que suponga pasar a reivindicar de forma activa y militante la política, la política democrática y socialista. Reivindicando el socialismo con cabeza y corazón, por ello, la necesidad de la reorganización independiente frente a las políticas de la razón de estado. Luchando, así mismo, por la recuperación de los sindicatos para la clase trabajadora, para hacer posible el ejercicio de sus derechos de representación y negociación hoy negados. La libertad e independencia sindical es otra de las formas que toma la lucha por la independencia política de los trabajadores respecto al estado y sus instituciones .Desde la lucha decidida por la independencia política y sindical sí se pueden modificar las relaciones con los trabajadores, abriendo los brazos a los acuerdos y alianzas que hagan valer las reivindicaciones del movimiento socialista en nuestro país e internacionalmente.
El eje del reagrupamiento socialista independiente puede así mismo servir de apoyo a las corrientes republicanas, a los movimientos sociales desperdigados, a las marchas de la dignidad, favoreciendo el pluralismo y la unidad. Las demandas mayoritarias de democracia y de socialismo que surgen de lo más profundo de nuestra sociedad son evidentes. Ahora hay que tomarlas en consideración, siendo capaces de apreciarlas tanto en su forma como en su fondo, para poder ayudar a la lucha general por una verdadera representación política
La soberanía popular que concentra las demandas de cambio exige procesos constituyentes y nacionales que cuestionen el poder ilegítimo de la monarquía y de su constitución trucada; rompiendo con el dictado de la OTAN, acabando con la participación en las guerras. Igualmente implementando un debate pedagógico y de acción que cuestione las políticas antisociales y anti-públicas que impone la UE, con instituciones como el BCE y la moneda, que tanta ha dañado nuestra maltrecha economía y a los pequeños productores y trabajadoras y trabajadoras e impuesto un modelo económico que solo beneficia al capitalismo de otras potencias extranjeras o a las grandes multinacionales. El TTIP y el TISA sería ya el culmen de estas políticas.
Somos partidarios decididos de las reivindicaciones y aspiraciones de la clase trabajadora, del poder popular que puede y debe expresarse mediante una verdadera Asamblea Constituyente Soberana de los pueblos de España. Movimiento social y político democrático y nacional, desigual y combinado, que demanda la constitución de nuevas políticas y por ello de nuevas alianzas políticas y organizativas, tendentes a conseguir una nueva representación del movimiento por la república y el socialismo de los trabajadores y pueblos de España .Eso es lo que creemos, demanda la mayoría en su movimiento, ahora se trata de proponer, debatir y acordar.
El respeto al mandato popular y sus reivindicaciones representan el principal valor a proteger frente a todas las formas de promover una segunda transición del régimen, y constituye el material de un verdadero programa de cambio, de ruptura con la austeridad, la deuda pública y la guerra. Material vivo para poder articular un programa de acción política y social.
4.- Medidas políticas y organizativas
Abrir la discusión entre nosotros es la primera medida.
Trasladar el libre debate a miles de activistas políticos y sociales, a corrientes y colectivos permitirá considerar entre todos los contenidos y las formas de una campaña por una nueva representación política
Convocar mesas locales para trabajar en común, reunir partidos, y elaborar mediante grupos de trabajo. Actividad que debería concentrarse en la convocatoria de una Conferencia Abierta por una nueva representación que debería ser capaz de proclamar un programa y unos candidatos, como resultado de una amplia alianza a partir de la iniciativa de los socialistas.
Todo pasa, en cierta forma por el hecho de que sepamos responder colectivamente y en positivo a este llamamiento histórico, tomando la necesaria comprensión política del momento de cambio en el que vivimos, para participar y ser actores de las necesarias decisiones políticas y organizativas.
Necesitamos también fortalecer nuestras filas de inmediato para poder impulsar las iniciativas de esta nueva etapa, y por ello debemos proceder a la apertura inmediata de nuestras filas e instancias a los trabajadores, a las mujeres, a los jóvenes para impulsar con militancia renovada el proceso emancipador del socialismo que necesita reagrupar el partido de los socialistas.
Enmienda de adicción.- Añadir al último párrafo:
La situación producida tras el fracaso de las negociaciones para formar un gobierno de cambio, pueden abocar a un adelanto electoral, motivado por el fracaso de todos los partidos que podían hacerlo y los vetos de unos y de otros, lo cual facilita que un gobierno corrupto, autoritario y antisocial siga gobernando en funciones con total impunidad. Ante esto, es una exigencia nuestra que el parlamento haga caer al Gobierno Rajoy. Si esto no se produce Alternativa Socialista:
1 Explorara la posibilidad de una candidatura de las izquierdas transformadoras que no exijan su disolución y/o desaparición.
2 Propondrá si la premisa 1 no se diera o se exigiera nuestra disolución, la creación de una candidatura de cambio y transformación de la izquierda republicana y constituyente, que ni renuncie a los valores ni a la identidad de la izquierda, con valores transformadores y democráticos. En caso de fraguarse tal candidatura esta se confeccionará de forma abierta y participativa, con un mecanismo corrector que garantice la presencia de los partidos y no excluya a ninguno. La candidatura deberá ser republicana y aceptar los valores del socialismo democrático.
3 Nuestro objetivo es la construcción de un sujeto político SOCIALISTA DEMOCRÁTICO que aspirando a una República social, sea muy crítico con el sistema. Hay que derribar el sistema injusto que nos amenaza y deja inerme a la clase obrera y a las clases populares, ante el poder de las oligarquías y los poderes financieros. Hay que derribar un sistema que todavía hunde sus raíces en el franquismo y sigue sin encauzar a los criminales.
El cambio del sistema es nuestro objetivo y tenemos como guía las propuestas de la Revolución Sanders. Las propuestas Sanders de cambiar el sentido oligárquico, injusto y belicista del sistema.
Solo el socialismo democrático es el futuro y tiene futuro. Vamos a reescribir el socialismo, en el amplio sentido del concepto, de la palabra amplia e inclusiva y abrir nuestros brazos.
En Madrid a 23 de abril del 2016