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jueves, 02 de mayo de 2024 17:49h.

Sí se puede llama a respetar la legalidad institucional en Venezuela

Sí se puede muestra su preocupación por la campaña desestabilizadora que está llevando a cabo la oposición venezolana, encabezada por su candidato Henrique Capriles. Ante su derrota electoral, están promoviendo una estrategia de tensión para no reconocer la victoria chavista, haciendo un llamamiento a sus partidarios a salir a la calle y generar un ambiente de incertidumbre. Esta actitud irresponsable ha incitado situaciones de violencia que se saldan ya con 8 muertos y numerosos heridos, ataques a servicios públicos y personal sanitario en misiones de solidaridad, entre otros.

Sí se puede llama a respetar la legalidad institucional en Venezuela

Los datos disponibles evidencian que Nicolás Maduro ha obtenido un triunfo limpio y legítimo, y la oposición debe canalizar su disconformidad por las vías constitucionales establecidas

Sí se puede muestra su preocupación por la campaña desestabilizadora que está llevando a cabo la oposición venezolana, encabezada por su candidato Henrique Capriles. Ante su derrota electoral, están promoviendo una estrategia de tensión para no reconocer la victoria chavista, haciendo un llamamiento a sus partidarios a salir a la calle y generar un ambiente de incertidumbre. Esta actitud irresponsable ha incitado situaciones de violencia que se saldan ya con 8 muertos y numerosos heridos, ataques a servicios públicos y personal sanitario en misiones de solidaridad, entre otros.

También en Tenerife se intenta trasladar esta estrategia de negación de la limpieza del proceso electoral venezolano, mediante la realización de concentraciones frente a la sede del consulado de Venezuela, en la que se gritan consignas contra el legítimo vencedor, y se cuestionan los resultados de las elecciones en la delegación consular. Esas actitudes, tanto en la República Bolivariana como en Canarias, apuntan a un intento de ganar en la calle lo que no ganaron en las urnas, como sucedió durante el golpe de 2002.

El sistema electoral venezolano, con su doble mecanismo de voto mecanizado por ordenador y, al mismo tiempo, mediante papeleta en urna, resulta ser uno de los más fiables y difíciles de manipular del mundo. Contempla, además, la auditoría in situ de las mesas de votación; en este caso, se auditaron el 54 por ciento de las mesas durante el proceso de escrutinio. Estas elecciones, como otras anteriores, fueron fiscalizadas por un número significativo de acompañantes internacionales, entre los que se encontraban organizaciones de los Estados Unidos, algún expresidente latinoamericano y diputados del Estado español en representación del PP, PSOE, IU, CiU y PNV. La representación del Congreso de Diputados español avaló en su conjunto un informe que señala que “el sistema electoral es fiable por contrastable y porque asegura el ejercicio libre, secreto y universal del voto”.

La Comisión de Relaciones Internacionales de Sí se puede destaca que la actuación de la oposición venezolana, liderada por Capriles, se descalifica a si misma al utilizar la violencia como forma de protesta cuando existen vías de reclamación legal que no han sido en absoluto agotadas.