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viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Beau Geste: la sobriedad como soporte de la poesía

Beau Geste trajo a Mueca el espectáculo Transports exceptionnels, una delicada acción poética que une en una coreografía extraordinaria el dúo de bailarines formado por un hombre y una máquina: Philppe Priasso y una máquina excavadora.

Beau Gest: la sobriedad como soporte de la poesía

La poesía de Transports exceptionnels reside en un gesto, una mirada, una emoción

Beau Geste trajo a Mueca el espectáculo Transports exceptionnels, una delicada acción poética que une en una coreografía extraordinaria el dúo de bailarines formado por un hombre y una máquina: Philppe Priasso y una máquina excavadora. La compañía de danza contemporánea, procedente de Normandía, salió de las salas a las que está acostumbrada para desarrollar en la calle este espectáculo que, por sus dimensiones, no cabía en el espacio acotado de un teatro.

Llevan ya ocho años en un recorrido por cincuenta países de todos los continentes con el espectáculo que el público de Mueca tuvo la oportunidad de disfrutar ayer en dos ocasiones en el Espacio Muelle B de Mueca, en la explanada del muelle de Puerto de la Cruz. Priasso baila una coreografía de  Dominique Boivin con una excavadora conducida por William Defresne.

La experiencia dice a Beau Geste que no todos los bailarines que funcionan bien en una sala pueden hacerse cargo de un espectáculo que se desarrolla en un espacio casi sin acotar al aire libre. En la calle, el artista tiene que sacar de sí mismo “la facultad de proyectarse con su objeto”.

Proyectarse, explica Priasso, es usar todos los componentes físicos del cuerpo –musculatura, peso, volumen-, “con el trabajo de un bailarín, no de un actor”, al servicio de la expresión, mediante emociones, gestos, miradas. La expresión debe ser delicada, sin excesos, porque, en caso contrario, se juega la capacidad de comunicarse con el público.

La simplicidad, explica el bailarín, “es un elemento fundamental para que el público acepte el lenguaje del cuerpo, porque cualquier cosa que se añada hará que el público no se sienta identificado conmigo”, explicó en una carpa del muelle refugiado del sol de unos extraordinarios días de verano adelantado en Puerto de la Cruz, antes de las tres horas de ensayo previas a la representación en Mueca.

El bailarín francés insiste: “cuando se quiere decir demasiado, se rompe la relación con el espectador, desaparece la relación con el público”. La poesía que busca transmitir enTransports exceptionnels se encuentra en “un gesto sencillo, una mirada”… esa poesía es “algo muy frágil que hay que cuidar” y que Beau Geste ha alcanzado gracias a la representación de más de 600 espectáculos, en el que “la máquina y yo hemos crecido, nos hemos domesticado el uno al otro”. En esa relación se llega a esa compenetración y a ese refinamiento.

La belleza de la propuesta artística de Beau Geste y su impacto sobre el público de los festivales de calle ha provocado que los programadores les pregunten por su próximo espectáculo al aire libre y la experiencia ha sido para ellos tan interesante que preparan ahora otra coreografía en la que, en un cuarteto de bailarines, uno de ellos es una máquina, un artefacto muy elegante con un brazo teledirigido que mira desde las alturas hacia abajo con un ojo/foco que todo lo alumbra y todo lo ve.  En esta ocasión, la máquina será algo más que un soporte para la acción del bailarín, sino que será uno más de los integrantes del cuerpo de baile.